Troy

30 de agosto. El camarero me dijo que podía sentarme en donde yo quería, elegí afuera luego me pregunto que iba a beber y me trajo la bebida. Con eso estuve 25 minutos sentado allí y nunca volvió a preguntarme qué quería comer y atendió a todas las mesas que llegaron después. Me levante y pague la bebida y me tuve que ir a comer en otro sitio por el tiempo que tenía ya no me queda mucho como “soy obrero” pero creo que la atención debería de ser iguales para todos. Y no había demasiadas personas para decir que por eso me hizo esperar, es que ni siquiera me pregunto para poder marchar la comida.

Desayuno clásico! Las porras estaban muy ricas!! Hacía mucho que no comía unas igual. Mañana a por croissant a la plancha!

A menos que se lea un reseña favorable o vayan recomendados, al Troy no se va adrede, ni de coña... Situado en plena Avenida del Mediterráneo, con el ruido del tráfico amenizando la conversación, a priori, no se antoja el mejor sitio donde tomarla...Ahora bien, si uno anda por la zona y le entra el apetito, merece la pena dejarse caer por su terraza: con dos cañas comes. En Madrid la tradición de las tapas es algo que está perdiéndose, aunque en el Troy no. De hecho, más que tapas, son tapones, y los sirven de dos en dos. Juzguen por las fotos: un cuenco lleno a rebosar de patatas fritas que no estaban rancias, un plato de macarrones que podría pasar por el primero de cualquier menú del día igual que el otro de arroz con carne y verduras, patatas fritas caseras con salsa brava...y la vida pasa al otro lado de la acera; quizá no haya que buscar siempre la excelencia del gourmet sino tascas donde se mime a sus clientes

Estuvimos desayunando unas porras que estaban deliciosas, muy buen servicio, muy rápido, camareros muy atentos. Y lo mejor, el precio. Enhorabuena. Volveremos.

El mejor bar para tomar un chocolate con churros o porras de la zona. Están riquísimos!! Además la atención es de diez por lo que sin duda seguiremos yendo a desayunar allí. Tienen tanto interior como terraza. Esta última es algo ruidosa ya que está en avenida del Mediterráneo.

Fui a desayunar ,queria pedir una barrita con tomate y un churro.Estuve viendo como servian hasta que pudieran atenderme, un hombre en la mesa se quejaba que el tomate queria ponerlo el y no que viniese puesto.El tomate estab en un recipiente metalico justo al lado de la plancha, con la cuchara dentro,el vamarero se piso a servir unas porrasy una de ellas casi se le cae al suelo,pero con su cuerpo y la mesa no se cayo, y la puso en el plato para servirlo,yo cuando vi eso me fui,pense si delante hacen eso imaginese lo que no vemos,no tiene ninguna higiene ,no volvere mas

Adaptado a la nueva reliadad. Buen sitio para desayunar. Especialidad en porras y churros. Café más porra 1.90€,café 1.40€ y pintxo de tortilla 2.20€...

Trato un poco seco, pero se compensa con unas de las mejores porras y churros de la zona. Quizás lo del trato sea porque cuando voy, suelen estar hasta arriba de trabajo. El local es pequeño, y se llena rápido, al menos en la mañana de fin de semana, que es cuando lo visito habitualmente. Por esa razón, últimamente pido para llevar. También he pasado para alguna merienda en la tarde, a diferencia de otros locales, aquí siguen con la sartén lista para seguir haciendo churros y porras. Otros platos no he pedido, así que no puedo opinar.

El servicio de terraza es lentísimo. Tanto, que estando nosotros allí vimos que se levantaron varias personas sin poder desayunar. Estuvimos esperando más de tres cuartos de hora un día entre semana y cuando llegaron las porras, ¡frías!

Una de la cuentas más baratas en uno de los bares más "de toda la vida" que he visto en mucho tiempo Simplemente maravilloso para tomar algo y sentir que estás en Madrid