Wanda

Maravilloso, nos ha encantado, de los mejores estadios en los que he estado sin duda supera muchísimos otros con renombre!! Hemos tenido la oportunidad de ir a ver el partido de Ecuador-Irak y ha sido genial, una experiencia estupenda, las personas que trabajan allí, al menos las que hemos tenido cerca y nos han atendido han sido muy amables y educados. Todo amplio, bien cuidado, además de su estética que ya de por sí es preciosa. Tienen tienda allí, puedes comprar lo que desees, diferentes restaurantes y puestos donde poder tomar algo, unas cervezas, café, refrescos y demás, también puestos en los que comprar diferentes cosas. La boca de metro da justo y es estupendo a la par de cómodo, buena ubicación y facilidad.

La visita guiada al museo es imperdible. Con un estilo moderno ofrece una experiencia interactiva que hace que los visitantes se sumerjan en la historia del club y en la pasión que significa ser del Atlético. La posibilidad de conocer el vestuario y el campo de juego ingresando por el mismo túnel que lo hacen los equipos es espectacular.

La visión es buena aún estando en grada alta Oeste pero debe ser que no querían perder la costumbre de tener laterales abiertos y como haga frío te congelas en ese lateral. Además, 50€ por entrada, teniendo ese frío, sentado y sin poder moverte... Hay que decir que el juego de luces es increíble y todo menos los asientos más bajos están cubiertos para que no te mojes.

El templo de los Atléticos. Visita obligada para sus aficionados. Un estadio espectacular. Muy recomendable su visita al museo y el tour por el Estadio. En el tour vivirás una experiencia interactiva, visitas los vestuarios, la sala de prensa y bajas al césped, entre otras cosas. Tienes la oportunidad de traerte un recuerdo en forma de fotografía con el jugador que elijas.

Primera vez que lo visito y la verdad como estadio me ha gustado ya que me esperaba que fuese más abierto. En relación al tour me esperaba poder ver el estadio desde otros ángulos y vistas y no solamente desde el palco vip y banquillo, esto desmerece un poco el recorrido. También me esperaba ver todas las copas que tiene el club y no unas pocas o al menos es lo que recuerdo cuando hace muchos años visité el Calderón.

Espectacular estadio, lo mires desde donde lo mires, tanto por fuera como por dentro, tiene buena visibilidad desde cualquier punto en el que te encuentres, con un diseño innovador, igual que los buenos accesos, además de la comodidad y la evacuación que son ejemplares y la emoción que transmite son únicas.

Hemos estado en el concierto de Cadena 100, y genial, el ambiente, el sitio, muy bien todo. Por poner un pero, los aseos, horribles, colas de hasta 500 chicas para entrar sin exagerar nada, y son casetas de plástico sin ningún tipo de higiene, asqueroso todo. El WC de los chicos estaba en medio de la pista y a las dos horas se estaba derramando el pis por fuera pringado todo el suelo, te pegabas y olía fatal. No se a que lumbreras se le ocurrió la feliz idea de montar esas casetas en medio de la pista... El sonido, cuando cantaban, muy bien, pero cuando hablaban no se les entendía nada bien. No obstante, lo pasamos muy bien

Para los amantes del fútbol y al margen de colores, uno de los estadios más modernos y espectaculares del mundo. Asientos cómodos, visibilidad perfecta y accesos amplios y habilitados para cualquier contingencia. Si hubiese ganado el Atleti hubiese sido una preciosa guinda.

Como estadio de fútbol está fenomenal. Para conciertos no tanto ya que la acústica no es muy buena. Al menos eso ha pasado en el concierto de Alejandro Sanz. Cabe mucha gente pero para escuchar bien la música mejor otro tipo de sitios. En las puertas al entrar hubo un poco de jaleo. La cantidad de baños está bien para evitar colas largas. La cerveza que venden de forma ambulante carisima... 9 euros el vaso.

Estadio de fútbol moderno y con una visita por el interior muy bonita y entretenida. Ya seas un gran seguidor del fútbol, del Atlético de Madrid o de la arquitectura merece mucho la pena visitar. Es uno de los estadios más bonitos que he conocido