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Reseñas, información para Xanty Elías

Sobre Nosotros

Maquinista de un tren llamado Acánthum, equipado de grandes personas y cargado de gastronomía, ilusión y esfuerzo. #adnhuelva #acanthuniano #chefdelaalegria



"Finca Alfoliz, es un lugar de contacto con la naturaleza, la sostenibilidad y gastronomía consciente. Con un restaurante dedicado a la cocina de producto, de temporada y a la brasa con espacios de huerto propio, y disfrute para tomarte un café o una copa, incluso dormir la siesta después de comer."
Dirección: C/ San Salvador 17, 21003 Huelva
Ciudad: Huelva
Ruta: C/ San Salvador 17
Código postal: 21003


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Reseñas
Qué maravilla, hemos comido excelente y en un entorno precioso. Mis favoritos: la flor de cebolla y el postre de chocolate blanco y aguacate. La presa ibérica no estaba tan buena como esperaba, pero todo lo demás de 10. El equipo nos ha tratado fenomenal, y nos hemos echado un rato en las hamacas. volveremos!
El restaurante es bastante acogedor y con varios salones no demasiado grandes, con lo que se come sin demasiado ruido y en un ambiente agradable. Además tiene una amplia terraza. Pedimos mejillones, ensaladilla y el tartar de jarrete de entrantes. Como plato principal tarantelo y pluma con patatas fritas y asadas con mojo picón. No sabría decir qué ha sido lo más rico porque todo estaba delicioso. Además buen servicio. Repetiremos seguro.
Me decepcionó un poco... El sitio es bonito, terraza/comedor agradable. El servicio no me gustó, los camareros parecen más de un pubs que de un restaurante, son condescendientes, pero no educados, algo así como un quiero y no puedo. La comida, aunque rica no era excepcional. Además me pareció un precio elevado en cuestión de calidad/precio general.
Sin duda es la mejor propuesta de la provincia, la comida espectacular, la atención inmejorable, el ambiente inigualable. Es toda una experiencia que hay que vivirla sin ninguna duda. Un ambiente campestre pero con todos los protocolos de un lugar de vanguardia desde la recepción hasta la sobremesa. Yo volveré pronto e invito a los amantes de la buena comida que apoyen estas iniciativas que enaltecen la gastronomía de Huelva.
El restaurante se encuentra en una finca y por consiguiente, está rodeado de vegetación, lo cual le da mucho encanto a pesar de haber ido en un día de mucha lluvia. Pienso que hace falta señalar en la carretera el sitio para que sea más fácil llegar porque nos costó un poco de trabajo dar con él. Íbamos con la expectativas muy altas y, como suele suceder en casos así, es más fácil sentirse insatisfecho por cualquier detalle. En general la comida estuvo muy bien pero no excelente como me esperaba. Dos cosas de las que pedimos no me convencieron del todo y voy a decir por qué. Pedimos una flor de cebolla frita y me esperaba una flor en condiciones, algo visualmente parecido a una flor de loto y no lo que nos pusieron adjunto foto. De sabor estaba bien, normal, pero esperaba algo mejor. Y es que claro, al no estar con la forma adecuada no quedó crocante de todos lados, más que de las puntas. La sirvieron junto con 5 salsas diferentes, 2 aliolis muy sabrosos y una de queso de cabra también muy rica. Las otras dos se quedaron casi intactas porque no tenían nada de extraordinario. Otra entrada fueron mejillones. Esos sí estaban exquisitos. Sin duda los mejores que he probado nunca. De diez. Y la ensaladilla también estaba muy bien, con bastantes gambas y de una consistencia cremosa muy rica. De plato fuerte nos pedimos jarrete de venado que, por cierto, es bastante grande y conviene compartir y estaba fenomenal: la carne tierna, jugosa, en su punto perfecto de sal. Maravillosa. La pluma de venado a la brasa también estaba muy sabrosa y tierna. Pero el solomillo ibérico a la brasa me defraudó por completo. La carne estaba dura, sosa, sin sabor, seca. Muy mala. Para acompañar las carnes pedimos unas patatas asadas y unas patatas fritas. Éstas últimas las anuncian como "en su punto crujiente" y no lo estaban en absoluto. De postre pedimos sólo un flan que estaba muy sabroso. Creo que al ser un chef tan galardonado y un sitio con tanto prestigio, la exigencia del cliente también es más alta. Y he de decir que la experiencia estuvo bien pero podría haber sido mejor.
He ido un par de veces ya al brunch y no defrauda. Queda pendiente ir como restaurante. Cuando lo haga, volveré a reseñar teniendo una visión más real del conjunto. El precio del brunch muy acertado. Cantidades justas para acabar lleno pero bien. Creo q no estás pagando ni un euro de más por lo que te ponen. Entiendo que han hecho un brunch más "castizo" para adaptarse a nuestra zona pero para mi gusto echo en falta algo de bollería. Un mini croissant por ejemplo ya que tampoco debe ser mucho pero creo que vendría bien algo dulce de masa ya que, exceptuando la tostada que ponen al principio, en el segundo pase no tienes nada de pan ni de bollería y es un pase con muchísimos platos. El salmón que ponen, excelente. Y los frutos secos también de mi buena calidad así como el yoghurt. Pedazo de textura que tiene. La carne también muy tierna y muy rica. En cuanto al lugar, la finca es muy bonita. Es agradable y de agradecer hacer un descanso entre pase y pase y dar un paseo por ella. Lo que es "la casa"... espectacular. Con ganas de comer dentro, sobre todo en el salón azul con chimenea, porque se ve que debe ser super agradable. Decorada con un gusto exquisito. Desde los salones hasta el patio o incluso los servicios. Lo dicho, ganas de probarlo como restaurante.
Toda una experiencia sensorial! Empiezas en un entorno muy agradable en medio de la naturaleza, que solo al llegar te invade de tranquilidad. Seguidamente, Xanty te recibe muy agradable, te acompañan a tu mesa y te recomienda sobre qué platos se adaptan mejor a tus gustos. Entonces es cuando empieza la verdadera experiencia sensorial: la de ir degustando uno a uno todos los matices que sus propuestas de carta te ofrecen: el ahumado del pollo, la frescura de los mejillones, el punto exacto de la hamburguesa, el crujiente de las patatas, el picantito del mojo... y acabando con el boom de chocolate y galleta de la tarta. ¡Repetiremos para seguir descubriendo sus sabores!
Más que finca una parcelita. El arroz con costillas sólo sabe a tomate. Pedimos picadillo de culantro con atún y nos pusieron tomate embotado en la cuenta lo cobraron como picadillo. Nada del otro mundo y cantidades escasas. Para esos precios hay que ofrecer algo más. Cocina mediocre en bonito entorno. Los niños han estado genial.
Platos que sorprenden por el excelente trato del producto, en un ambiente muy tranquilo, con salones pequeños y muy acogedores. El servicio es rápido y muy atento. Recomiendo el Tartar de Jarrete de Jamón, el Tarantelo de Atún y la Ventresca de bacalao. De guarnición no dejéis de probar las Verduras salteadas a la parrilla, todo de 10. Enhorabuena a todo el equipo!
Disfrutamos de un inmejorable brunch, completísimo con platos exquisitos. El equipo que atiende es de 10, cercanos y encantadores cuando le pedimos que uno de los menú lo adaptara para embarazada. Dimos un paseo por la finca y nos sorprendió el huerto, todo muy agradable. Deseando repetir para almorzar.
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