Zhou Yulong

Un clásico de la cocina china en Madrid. Local austero y sencillo, con una decoración de batalla, pero con muy buena cocina. La carta tiene poca variedad, pero lo que tiene es delicioso. A destacar las empanadillas a la plancha para mi, algo obligatorio en cada visita, y la sopa de tallarines caseros. Además, los precios son baratos. 10 de 10!

Esta semana estuvimos en el restaurante Zhou Yulong o mejor conocido como "chino clandestino". La verdad es que queríamos ir desde hace años y esta fue nuestra experiencia. Está debajo de Plaza España, dentro de un parking. Llegamos a las 20:30 y había 3 persona esperando y una persona del restaurante nos saludó y nos dio un menú esperando en la cola, fuera del restaurante. El menú es más bien escaso, sin mucho donde escoger. A los 4 minutos vino a preguntarnos qué queríamos ordenar sin haber entrado siquiera al restaurante. Le dijimos lo que queríamos y esperamos para entrar. Como eramos dos personas nos sentaron pegado a la ventana, el sitio tiene aspecto un tanto sucio y la impresión que nos dio es que quieren que llegues, pidas, consumas y te vayas lo antes posible. Según nos sentamos ya estaban las cervezas abiertas en la mesa. Pedimos dos sopas que estaban buenas a secas, tenían gambas muy, muy pequeñas que a mi chica no le gustan nada y se comió solamente la ternera que estaba muy buena. Las sopas buenas, pero no son las mejores que he probado. Pedimos de tallarines caseros y empanillas. Buena si, pero las hay mejores en otros restaurantes chinos en Madrid, además, estaban un tanto saldas. También pedimos una bola de sésamo que no estaba mala pero para probarla una vez y nada más . Salimos con la sensación de "vale, ya he estado en este sitio, lo conozco" pero no me ha convencido. Demasiadas prisas y la comida no nos terminó de convencer pese a que nos encanta la comida auténtica china y probar nuevos sabores.

Sitio siempre muy lleno que no admite reservas. Precios mostrados son su mejor atractivo pero en los últimos tiempos ya no son tan baratos. La comida es aceptable. Tienen cosas malas, regulares y buenas. Las buenas tienes que pagar por ellas. En mi opinión está sobrevalorado. En la zona hay opciones de mejor calidad y precio sin la fama de este local muy recomendables. Atención normal. Te meten prisa para que dejes la mesa libre. Lo que provoca una sensación desagradable que no te deja disfrutar de la comida. Mesas demasiado juntas.

Un local muy escondido y de apariencia cutre donde se respira el aire de la China de verdad. La carta no es nada amplia, un poco desorganizada y faltan todos los platos adaptados típicos de los restaurantes chinos clásicos, esto porque aquí todo es realmente chino. Es muy pequeño y está sempre lleno pero merece mucho la pena esperar para probarlo. El pan chino relleno de carne y verduras es auténtico, los tallarines fritos son excelentes y la bola de arroz con sésamo y rellena de judías dulces una delicia. El precio es muy asequible, los platos son grandes y el servicio es rapidísimo. Única nota negativa: no te dan ni vaso si no lo pides.

Restaurante chino muy conocido en Madrid. La comida está muy buena y a un precio normal lo común en la mayoría de chinos por la zona. El personal es bastante amable y siempre sonriente. Merece la pena ir aunque sea a conocerlo una vez. El local es muy pequeñito y suele haber gente esperando para comer, sobre todo los fines de semana. Aun así el servicio es muy rápido, por lo que suele haber bastante movimiento de mesas. Para llegar solo tienes que bajar las escaleras hacia el parking subterráneo de Plaza de España.

Restaurante chino de lo más cutre imaginable situado en el parking de plaza de España. Sin embargo, la comida está muy rica, sobre todo las empanadillas chinas que están de exposición. Suele estar muy petado y es pequeño por lo que en función de la hora haya que esperar colas importantes. El precio muy barato. Un clásico.

Muy buena calidad-precio. Raciones grandes. Restaurante pequeño, donde no es para estar mucho rato comiendo. Recomendable la comida para llevar. Rapidez a la hora de servir los platos. Dispone de aire acondicionado.

Llevaba mucho tiempo queriendo ir ya que me habían hablado muy bien de este sitio. La comida está rica, no hay muchísima variedad pero es bastante económico. La atención es muy rápida y quieren que dejes la mesa libre cuanto antes, lo cual es razonable ya que suele haber bastante cola. Una pena que lo vayan a cerrar ahora a final de mes enero de 2019 por las obras.

Alias "el chino de blade runner" o "el chino auténtico". Situado en el acceso al parking de plaza de España, junto con otros comercios chinos, es fácilmente identificable por las largas colas que se montan para entrar. El local es muy chiquitito, con un tetris de mesas y una tele con programas chinos. Allí se va solo a comer así que poco importa la decoración y si tienes ganas de hacer un poco de sobremesa. Ya en la cola salen los camareros para darte la carta no hay mucha variedad, pero sí es suficiente y tomarte nota y, una vez dentro ¡al fin!, la misma rapidez tienen servirtelo todo, cobrarte y liberar la mesa aunque te vean engullendo y con los platos a la mitad, si respiras se van a acercar para ver si te vas. La comida es muy sabrosa y la cantidad abundante. Recomiendo las empanadillas y el pollo con verduras no el "normal"-así lo llaman- la otra versión, que tiene más tipos de verduras. Si no te importa esperar y tener continuas visitas de las camareras para traerte la cuenta es tu sitio.

Buenos precios y sabores que recuerdan a la comida auténticamente china. Local cutre y pequeño en los bajos de Plaza de España que, lejos de restar, le da autenticidad a este mítico restaurante. Ideal para compartir y probar un poco de todo