Arts

Hace muchos años que acudo a este Hotel y siempre encontré una atención excelente desde la pequeña recepción de planta baja, donde se ocupan de tu equipaje si así lo deseas. Hasta la llegada a la habitación. Durante el Check in, tienen un cuidado con mucha atención para que la estancia sea lo más agradable posible en función de las preferencias y gustos del huésped. El servicio de Guest es también Excelente, cualquier necesidad queda atendiénda desde las personas que componen este equipo. Limpieza de habitación impecable al igual que el room service que esta vez utilice para una cena. También podemos encontrar un bufete para el desayuno muy ampliado y variado. Si a todo lo comentado anteriormente le añadimos la ubicación del Hotel y las excelentes habitaciones. La estancia es un lujo. Aprovecho para felicitar a todo el equipo del Hotel Arts, que una vez más desde su profesionalidad, atenciones y detalles hicieron posible que mi estancia fuera tan agradable y satisfactoria como siempre y desde hace años.

He disfrutado en el P41 Bar&Coctelarium del Hotel Arts Barcelona, junto a mi esposa, de un gran servicio, calidez humana, grandes profesionales y unas excelentes tapas. Un ambiente relajado e íntimo con música de fondo y con una gran variedad de cocktails que te invitan a no marchar de este precioso lugar.

Me recibió una persona cuando llegue al hotel que no hablaba español y hablándome en inglés me mandó a un parking de forma equivocada y luego tuvo que mandar a un compañero para localizar el vehículo donde yo lo había dejado. Las habitaciones huelen a tabaco de forma horrorosa, pedí que me cambiaran de habitación y la que me mandaron de nuevo seguía oliendo tabaco idénticamente igual. Te pasas todo el rato buscando por dentro del hotel gente que sepa hablar español gran parte del personal no sabe español. El precio de los restaurantes es completamente desmesurado, idénticamente igual que el precio del parking 50 euros diarios. A la salida del hotel después de hacer el check out me di cuenta, que me habían retenido el doble de la cantidad consumida, llevo cuarenta y ocho horas fuera del hotel y sigue estando la retención. Ocho dias despues, siguen las retenciones en mi cuenta. Una vergüenza!!!!

Hotel espectacular. Las habitaciones amplias, modernas con vistas y el personal de primer nivel. Para volver una y otra vez.Habitaciones: 5/5

Estuvimos tres parejas en la cockteleria P41. La atencion de Edu De Guirior fue inmejorable,atencion 10. Tambien los cocteles de Lamin , Un verdadero viaje al placer. En fin,para quedarse a vivir alli

Nos alojamos dos noches por nuestro primer aniversario en este hotel y desde el momento en que llegamos nos hicieron sentir como en casa. Reservamos una penthouse en la planta 36/37 simplemente maravillosa. Se trata de un dúplex de 150m2 aproximadamente que contaba con todas las comodidades. La distribución de la primera planta estaba formada por un salón / comedor, cocina independiente y aseo mientras que en la parte de arriba se encontraba el dormitorio con un baño completo, tocador y vestidor para cada uno. Todo el apartamento, tanto en la planta 1 como en la 2, estaba rodeado de grandes ventanales que nos permitían disfrutar de una vista panorámica a la ciudad de Barcelona, y esta fue una de las cosas que más me impresionaron, sobre todo cuando tienes la majestuosa Sagrada Familia de frente. Por la noche, cuando la ciudad estaba iluminada, era francamente espectacular, una sensación mágica tanto para tomar una copa de champagne como para descansar. El estilo de la habitación era elegante y a pesar de los años que tiene el hotel, bastante sofisticado, con mobiliario de madera tallada a mano y mármol blanco. Además, nos recibieron con un precioso detalle de bienvenida personalizado para nosotros que nos emocionó muchísimo. Para llegar a nuestro penthouse teníamos que subir en ascensor a otra planta donde se encontraba una recepción privada y conectar con otro ascensor independiente para llegar a las penthouses que se traducía en cierta privacidad y exclusividad. Tuvimos acceso a El Club, un espacio localizado en la planta 33 del hotel y que solo algunas habitaciones forman parte de él. Es un entorno en el que convergen el confort de un private lounge con vistas priveligiadas y un buffet exclusivo en el que se sirven cinco degustaciones diferentes a lo largo del día. El trato por parte de todo el personal fue exquisito. Por otra parte, también tuvimos la oportunidad de acceder al spa, localizado en la última planta del hotel y además, exclusivamente para nosotros durante 45min. Es un spa pequeño pero muy bien aprovechado, con unas vistas increíbles al puerto de Barcelona, tanto desde el jacuzzi como desde la sauna. Además, en la planta inferior hay una terraza solarium perfecta para descansar y disfrutar de las maravillosas vistas. Además, este hotel cuenta con dos piscinas y un jacuzzi. Un piscina enfocada para todos los públicos más familiar y otra piscina infinity muy bonita, Adults only, la cual disfrutamos muchísimo. Para completar la experiencia, comimos en el restaurante Marina Coastal Club, ubicado en la zona de las piscinas y que dispone de tres ambientes para disfrutar según la ocasión. La comida estaba espectacular. Por último, y quizás es la parte que menos me gustó, fue la del Buffet para desayunar, no tanto por la calidad del producto que podría calificar de notable salvo la tortilla de patata sino por el servicio. Había mucho personal joven e inexperto, perdidos en ciertos momentos y eso debería mejorar, sobre todo en un hotel de estas características. Por último, quiero agradecer a todo el personal que nos permitió disfrutar de una estancia espectacular, haciéndonos sentir muy especiales y tratándonos con tanto amor y cariño. En especial a Nuria Romagosa: Director of Sales & Marketing, Marta Pons: Reservations Manager, Isabel Miquel: Director of Revenue Management y Latifa, responsable del espacio de Penthouses. Todas ellas y su maravilloso equipo, hicieron posible que saliésemos enamorados de este hotel, y por eso quiero darles la enhorabuena por su labor y su profesionalidad. Se nota el trabajo bien hecho sobre todo cuando existe un equipo humano de calidad que permite posicionar un hotel con tanto éxito. Sin duda tengo que recomendar este hotel al 100% y si tenemos la oportunidad, volveremos al que consideramos ya nuestro segundo hogar en Barcelona. Gracias a todo el equipo del Hotel Arts.

Aunque lo conocia por ser de Barcelona, no imaginaba que tendria tanta zona exterior, con sus piscinas,bares exteriores,zonas de solarium ,etc... me sorprendio para bien, el servicio y la amabilidad del personal 10 , y las habitaciones aunque es un hotel que ya tiene unos años me parecieron perfectas, muy insonorizadas,limpias y adecuadas para tener una estancia agradable. Los empleados en todo momento pendientes de los clientes y ofreciendote su ayuda en todo momento para cumplir tus necesidades.

El Hotel posee numerosas y diversas habitaciones, suites y Penthouses de lujo, consta de cinco restaurantes, un spa con vistas al mar , al igual que alguna de sus zonas de restauración. Posee salas de reuniones con vistas a Barcelona. Clientes muy diversos desde alta sociedad, famosos ... Zona de fiesta muy cerca, pero peligrosa.

Esta mañana los de seguridad que suelen estar en la puerta armando un jaleo en la entrada q ni me han dejado pasar con mis hijos, discutiendo muy fuerte con un taxista, gritándole y chillando en puerta encima yo no sé q imagen es este q tiene este hotel de permitir tener este tipo de trabajadores en la entrada del hotel, nunca vuelvo

Fui para una fiesta de empresa al salon de convenciones en el subsuelo. El espacio es genial y amplio. El caterig de comida fue pobre pero las bebidas estaban muy bien.Servicio: 4/5