Reseñas
Buen sitio para tapear aunque las tapas no se pueden elegir, pero están muy ricas. Sólo interior y es pequeño por lo que, se pone a tope. Luis no para y está atento a todo, es un gran profesional. Tienen vermut casero muy bueno. Me encanta el vermut. Sí quieres visitarlo tendrás que ser de los primeros en llegar o tendrás que esperar a que se quede un hueco libre. Lugar pequeño pero con encanto.
Este lugar es un clásico de Granada, una taberna de barrio en pleno centro. Debéis pediros unos vermut que prepara especialmente Luis, con su amabilidad Granadina. También no os podéis olvidar de los pimientos a la calabardina o algo así. Las tapas no se eligen, pero son caseras. Precios razonables.
Gran sitio tanto de tapas como para raciones. Un lugar pequeño en donde tienes que llegar pronto para encontrar mesa. Las tapas son caseras y no se pueden elegir. A nosotros nos trajeron merluza frita y gambas fritas, ambas buenísimas. De raciones pedimos croquetas y bacalao. Los precios son razonables a la cantidad que te ponen, inmensa. El bacalao estaba buenísimo y las croquetas muy correctas. El personal es amable al estilo granaino.
Personal muy competente y amable. El bacalao exquisito, las habitas con jamón, la tapa de chorizo.... y sobre todo la pavía de bacalao .. eso ya se deshace en la boca
Muy buenas todas las tapas que sirven. La atención del hombre de la barra es excelente y muy amable a pesar de llevar él solo la barra . Comida muy rica.
Fantástico lugar muy céntrico donde tapear. Muy concurrido por su gran éxito pero se come muy muy bien y un trato fantástico. No dejes de probar el vermut
Granà en su esencia. Tapas buenas, pescaito, croquetas, vermut cerveza. Servicio excepcional
De los mejores vermut. La carta es pequeña con los básicos de un bar: boquerones, croquetas.... Pero creo que eso es la esencia del bar, la sencillez y el trato.
Buen sitio para unas cañas y unos vinos ,la atención de la camarera un once, vaya curranta bestial, soy Celiaco y me han dado la opción que tenían sin problema. Repetiré, gracias a la camarera, un amor, que paciencia.
Un bar corriente. Recomiendo bacalao, pimientos y un Vermut. De nuestra visita destacamos la buena calidad de sus raciones y tapas, pero encontramos muchos fallos... Las tapas no se eligen por lo que pueden no gustarte, el barman es demasiado serio, algo desagradable incluso. En cuanto al precio lo normal, o quizás un poco por encima de la línea del establecimiento, el local huele mucho a frito y se te pega en la ropa. Su bebida estrella es el vermut, el cual preparan con un poco de Ginebra. Puede que repitamos si estamos por la zona, pero no iremos intencionadamente.