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Reseñas, información para Brutus

Brutus
Dirección: CC La Maquinista Passatge Posoltega, 19-21 , Barcelona 08030, ES
Teléfono: 935 14 03 74
Ciudad: Barcelona
Ruta: CC La Maquinista
Número de calle: Passatge Posoltega, 19-21
Código postal: 08030


Horas laborales

miércoles: 20:00-23:00
jueves: 20:00-23:00
viernes: 13:00-16:00
viernes: 20:00-00:00
sábado: 13:00-16:00
sábado: 20:00-00:00
domingo: 13:00-16:00


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Reseñas
Fui ayer a comer junto a unos amigos. ¿Como describir la experiencia? No soy una persona muy refinada, pero este "restaurante" no cumple los mínimos en lo referente a higiene, calidad del producto y servicio. Pedimos unas hamburguesas gigantes todos lo que tenían es que eran grandes, aunque la carne no sería capaz ni de dársela a mi mascota y una brocheta de pollo cruda después de llevársela dos veces. En el momento en el que educadamente quise dar mi opinión al manager, allí no había nadie con el que pudiese hablar. Los camareros no mostraron ningún tipo de preocupación respecto a los comentarios. No volvería, no lo recomendaría, y si por mi fuera, lo clausuraría al ser el antitodo de lo que un restaurante debe ser.
El pasado sábado estuvimos allí y fue un desastre total, llegaron a haber 12 mesas libres y aún así tuvimos que esperar 45 minutos a ser sentados porque la camarera no daba pie con bola, iba de un lado a otro sin limpiar las mesas y sin saber que hacer. Les dimos un voto de confianza y cuando conseguimos sentarnos hicimos nuestro pedido: refrescos, patatas rancheras, frankfurt y hamburguesas. Los refrescos y patatas bien, el frankfurt tardó algo en llegar, pero una hora y media después a las 5 de la tarde ya, habíamos llegado a las 3 y media nos dicen que no hay hamburguesas..., cómo, perdón, queeeeeé...????? , increible, por decirlo de alguna manera. Habíamos pocas mesas, ni la mitad, y no fueron capaces de servir bien ni a una, todo el mundo se quejaba, fue la peor experiencia en un restaurante que he tenido, y no fuimos la única mesa en salir sin comer. Entre el 0 y el 10, menos cero total para ellos.
Esta cadena de comida rápida hace gracia por su comida gigante. De calidad está bien. Buena decoración, servicio rápido y amable. Barato. De postre, un profiterol, es lo mejor si os lo dan un poco congelado, sed pacientes, a temperatiura ambiente está tremendo.
Francamente es una decepcion. Mi mujer pidio tomate para restregar en el bocadillo de lomo seco y no tenian. La comida no es de muy buena calidad. La limpieza del local deja mucho que desear. Los aseos... asquerosos y estropeados. El servicio es gente joven sin experiencia al parecer, se les ve enganchados al movil durante el servicio. Fui ayer y no pienso volver.
Teniamos muchas ganas de ir a este bar pero se nos han quitado todas al haber comido. La hamburguesa estaba reseca y mala, no había pan para bocadillos normales, la pizza congelada, no quedaba la que queríamos y segun ellos habían puesto barbacoa, era una pizza normal de jamon y queso y le pusieron salsa barbacoa por encima y las patatas llegaron despues de la comida. Seguro que no volvemos.
Es bueno para tomar algo en la terraza. Pedí un americano y me trajeron un café largo
Tardan mucho en servirte, la comida insipida,.. Los lavabos un desastre. Invite a un grupo de amigos y me arrepiento, ninguno salió contento. No vuelvo más. Poner una estrella es ser muy generoso.
La comida deja mucho mucho que desear! La pizza recalentada, el frankfurt seco e insipido... todo bastante malo! Además solo tienen un bote de mostaza para todo el local. Una vez y no más!
Ya no se llama Brutus. Estuve cenando y cené bien, Hamburguesa completa y patatas incluidas Ración muy generosa. Jarra de cerveza, cortado 11'30€ Creo que a día de hoy los comentarios que había cuando era el Brutus los debería de quitar.
Brutal!!!! Noche de cena con los colegas en un restaurante de comida rápida con productos aparentemente brutales. Y la verdad que si, son brutales en todo su conjunto. Brutal recibimiento : Puerta cerrada durante dos minutos sin que nadie nos la abriera. Brutal puesta en escena: Servilleteros sin servilletas, carta enorme a la que le faltan la mitad de los productos, una música reggaetonera de fondo de lírica lasciva que incitaba al apetito de cada uno y unos 30 minutos entre bocata y bocata de una misma mesa y eso aue había solo una más. Brutal comida : patatas fritas congeladas cln salsa de yogur insípida a precio de caviar del mar muerto, hamburguesa de ternera "cartón piedra" maltratada con un pan que ni para hacer migas menos mal que tienen ketchup brutal para paliar el increíble sabor, bocata de lomo, bacon, pollo y lo que podían echar más duro que un cagarro de robocop y un sándwich de pollo más seco que un sobao sin leche. Brutal final: Una vez decidida nuestra derrota en la batalla nos dirigimos a pagar. La brutalidad llega cuando el cocinero de amplio vocabulario reggaetonero nos dice que no puede cobrarnos porque se le dan mal las matemáticas, pa mear y no echar gota. El brutal final vino en mi casa ya que la tortuga se asomaba desde el segundo bocado de esta sublime, inolvidable y sobre todo brutal experiencia.
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