Cafe Iruña

Ricas meriendas con tortitas y zumo de naranja. Un clásico. Una vergüenza que les echasen porque el local estaba en un lugar estratégico en el centro comercial y varias firmas de ropa lo querían. Todos los trabajadores de edad ya avanzanda, a la calle. Al dueño del local ni le importó, sólo buscó su beneficio económico. La cafetería todavía tenía clientela y era un lugar mítico de la Vaguada. Pero bueno, estas injusticias suceden y hay que asumirlas. Eso sí, no esperen que visite el Punto Roma que ahora se asenta en el mismo. Para mi, siempre será Manila.

Una amiga y yo fuimos a merendar; pedimos una ración de patatas bravas, un sándwich y dos refrescos. Las patatas bravas eran patatas fritas con salsa de tomate industrial con picante y el sándwich más bien normalito tirando a malo. Nos cobraron más de 15 €. En voz baja, para no alarmar al resto de clientes, le dije al camarero que la relación calidad - precio no me parecía buena y él, hablando bien alto me contestó que eso no era cosa suya, en una conversación que resultó demasiado larga y demasiado incómoda. No pienso volver. Jamás.

Cafetería de la vaguada. La de siempre. Esta siempre llena, a cualquier hora. Tardan algo en atenderte, pero se está luego muy tranquilo. Dispone de una terraza con toldo y aspersores de agua, perfecto para el verano. La cafetería es una cafetería típica.

Quiero desear mucha suerte a las 25 familias que se van a la calle por el cierre de la cafetería por el fin del contrato con el centro comercial y que debido al altísimo precio de la renovación no sigue. Lo siento.

Instrucciones a Cafe Iruña con transporte público

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