Cafetería Lucas

Magnifico servicio, rápido y personal muy agradable. Platos espectaculares con muy buena relación calidad precio. La sangría con toque especial está de escandalo. Anotado para próximas visitas.

Buena relación calidad precio, platos ricos y sabrosos, hay quien afirma que abundantes, bueno no estan mal, con hambre no quedas. Lo peor para mi, el distanciamiento entre platos, yo ya había acabado de comer y el resto no había empezado y que se pidió entre otras cosas una ensalada de tomate burrata y aguacate el aguacate estaba más negro que mis pecados, eso no se le pone a nadie . Las carrilleras en su punto. El codillo no esta mal, para mi gusto le sobra el manchurron carmesí, justito pero rico.La paella rica, un poquito más de sal no le vendría mal, parece ser que es para un mínimo de dos personas yo creo que si picas algo antes te da para tres sin problemas.

Me encanta el sitio, la música y la atención de los camareros es inmejorable. Sin duda repetiría! El cocktel de la casa está exquisito

Un desastre. En mi vida pisaré más este restaurante, entramos para tomar unas cervezas, pedimos una bandeja de quesos variados y los quesos estaban podridos, nos quejamos al camarero y nos comentó que se lo comunicaría al cocinero, sin respuesta ni perdón por el mal servicio que tuvimos. Espero que esta nuestra experiencia le valga a los posibles clientes a la hora de pisarlo.

Hacía años que no comía tan mal. Hemos pedido tapas: 1. Ensaladilla de gambón. Era descongelada por lo q aún se notaba el frío extremo por dentro y la textura era arenosa. 2. Croquetas de pollo. Las típicas precocinadas. Con patatas fritas de guarnición, que debía hacer mucho rato que estaban hechas porque estaban blandengues y excesivamente aceitosas. Llevaba también un pimiento que si estaba bien. 3. Carrillada de ternera. Picaba extremamente. A parte de no avisar, era incomestible. Lo hemos comentado pero la camarera ni siquiera tenía constancia de que picaran, por lo que no sabemos si ha sido un error. No nos ha dado ninguna explicación. A mi pareja le ha costado pero el acostumbra a comer alto en picante, yo me he quedado sin poder comer. 4. Lágrimas de pollo. Más que lágrima era un tarugón gordo de pollo que intuyo también estaba descongelado porque estaba aguado por dentro. El sabor no era bueno por lo que tampoco lo hemos comido. Mi sensación es de haber ido a un local precioso con un camarero muy simpático, donde se da comida para guiris.

Fui a comer antes de ver la Real Alcázar, el sitio esta un poco escondidio y es muy tranquilo. La comida muy buena, sobretodo las croquetas y las lágrimas de pollo. La camarera muy agradable y simpática.Comida: 5/5

Estuve con mi madre y el trato por parte de los camareros fue nefasto, nos sentaron en la sala del fondo y los camareros pasaban por nuestro lado como si fuéramos invisibles. El camarero que nos estaba atendiendo ni nos puso la cubertería ni nos atendía, se puso a cortar jamón y sin tomarnos nota ni nada. Además había una camera que le habló con muy malas formas a mi madre, ya que cuando esta fue a pagar le dijo que se apartara. Veo por parte del personal muy poca profesionalidad y muy pocas ganas de trabajar, en definitiva, no volveremos más.

El peor sitio para cenar en Sevilla!! Con todos los sitios que hay en Sevilla nos fuimos a meter al peor de todos , bueno no nos metimos nos llevaron de otro restaurante que no había sitio. Pedimos un revuelo de tomate seco, jamón y solo llevaba patatas fritas que era lo único que no ponía qué llevara patatas . Los camareros un chico y una chica sevillanos era lo únicos qué merecían la pena .

Una estrella porque no se puede poner 0, la comida muy buena pero el servicio deja mucho que desear, nos han echado prácticamente porque a las 12 tenían que estar cerrados, me han quitado una cerveza medio llena y se la han llevado recogiendo a toda prisa y casi tengo que dar gracias por entrar al servicio antes de irme. Hay que mejorar en mi opinión a esos camareros, se que la hostelería es dura pero hay que saber tratar al cliente también.

El decorado del local es precioso, salta a la vista. Tapa del día: bacalao con salsa de verduras. Exquisito. A los chipirones les faltaba algo de sabor. Salsa verde no lleva ajo creo. Pero le doy 5 estrellas porque lo complementa el personal joven, educado y atento. Parada obligatoria por Sevilla!