Cafetin Croche

Cafetín curioso, pintoresco y agradable. Bonito lugar en San Lorenzo de El Escorial para visitar por lo menos una vez. No sé cómo será la comida, pues fuimos a tomar unas bebidas variadas por la tarde. Buen servicio, pero las consumiciones alcohólicas algo caras, tanto el Ron como las ginebras, y el Mojito muy pequeño.

Una cafetería inspirada en los años 20 con un ambiente y espíritu inigualable. La decoración, la ubicación, la atención,… son incomparables. Los precios son muy asequibles y la calidad de los productos inmejorables. Merece la pena entrar y disfrutar de un chocolate caliente o unas copas de cava.

Fuimos dos adultos a tomarnos una bebida justo antes de cenar, nos sentamos en la barra y estuvimos muy a gusto. Fuera tenían una amplia terraza. Dentro había un montón de mesas de tamaño tirando a pequeño pero perfectas para picar algo. La decoración muy cuidada, la m<sica agradable y a buen volumen. Los camareros uniformados y profesionales, aparte de amables. Nos sorprendio el aperitivo, y aunque fue más caro que en la mayoría de los sitios, el precio era acorde a lugar, la situación y todo lo que nos pusieron. Un lugar recomendable para tomar algo y estar con tus amigos o pareja charlando tranquilamentw.

Ambiente acogedor y muy original. Como si estuviésemos en la París del siglo XIX, donde las horas no pasan. El ambiente te permite echar unas fotos con un toque histórico bastante interesante, pues la decoración está muy lograda. Además, los funcionarios nos trataron con mucha amabilidad y profesionalidad a todo momento. Lo recomiendo.

Hacia tiempo que no iba, me sigue pareciendo un local con mucho encanto aunque ha perdido un poco su esencia el trato directo y atento con el cliente.

Excelente lugar para degustar unos excelentes platos de altísima preparación en cualquier momento del día. Muy acogedor local con un diseño de decoración original y de muy buen gusto. El servicio me pareció amable y profesional en todo momento.

Me ha encantado el sitio, pareces que te trasladas a otra época , lugar con mucho encanto y es precioso . Los precios un poco elevados pero por darte un capricho en un sitio mágico y con mucho encanto lo aconsejo muchísimo La tarta de la casa con frambuesas una locura en la boca

La situación y el entorno del sitio es muy chula. El Interior es muy acogedor y te transporta a los café de París. Los cócteles poco elaborados y el servicio es algo bajo, muy lentos

Hicimos una visita al Monasterio de El Escorial y paramos aquí para comer, en las fotos se ve el aperitivo de dos botellas de agua más lo que pedimos para comer, total de la cuenta, algo más de 50€. Las croquetas de queso estaban muy ricas, eso si, son 6 croquetas, las alitas secas y sin sabor, las almejas sabían mucho a ajo y el queso brie con mermelada de tomate lo mejor de todo lo que pedimos. Muy caro para la calidad y cantidad de comida, también es lo esperado en un sitio tan turístico.

Llevo años acudiendo al Cafetín, y cada vez está peor, es una pena porque el local es un viaje a los años 1920 ... buena y agradable música de jazz. El problema es que, excepto los cafés de especialidades, la calidad de la carta no está a la altura del ambiente del local. Precios demasiado elevados para unas mediocres croquetas de queso brie frío con corteza inclusive dentro de la croqueta, un grasiento aceite de pisto con huevo, un roscón de reyes/plástico mal recalentado, una leche frita mal elaborada echada a perder por el exceso de alcohol todo ello con precios parisinos y una calidad deficiente. Y diles algo, que todavía no se lo toman a bien. Es una pena porque en el fondo el local tiene clase y es verdaderamente original ... ojalá rectifiquen pero la verdad es a día de hoy hasta dos estrellas les puede venir grande visto la calidad, los precios que se gastan y la poca tolerancia a las críticas fundadas.