Casa Perico

Comida de toda la vida, un lugar muy acogedor la atención es increíble y muy amable, probamos los callos, las croquetas, gambas a la granja que pedimos dos, de lo buenas que estaban, y los calamares, luego pedimos el arroz con leche y la Natilla, Todo estaba excelente, sin duda volveremos!

Demasiadas expectativas y sobrevalorado... Tasca de toda la vida pero en mi opinión, sobrevalorado. Servicio lento -y eso que había poca gente- y barra para tapear algo incómoda. Tortilla casera insípida y croquetas no malas pero nada del otro mundo.. Sin ser malo, no volveré...

Los clásicos que nunca fallan Una carta tradicional, ambiente agradable, servicio entrañable y familiar. Todos los platos parecen cocinados por tu abuela, recetas clásicas, cuidadas, con ingredientes de calidad y ¡deliciosos! No es un lugar para innovar sino para recordar y deleitarse en los platos más típicos de nuestra cocina. Aunque la clientela se divide entre locales y turistas, conserva su autenticidad y esencia. Recomendaciones: croquetas, tortilla, huevos rotos y arroz con leche todo lo que probamos un 10

El que tuvo ....no retuvo . Casa perico ha sido durante años un emblema a de cocina casera atendida con la simpatía del dueño que mostraba orgulloso el salón donde nació y donde no le van a sacar los especuladores inmobiliarios de la zona . Siempre al pie del negocio ahora da la sensación de haber perdido fuelle , un poco desangelado ...y donde antes era complicado encontrar mesa libre ahora es todo lo contrario. Espero y deseo sea algo transitorio porque su historia merece seguir adelante

Un clásico de toda la vida,un poco lento el servicio,la comida más que rica,el precio acorde a la calidad,las patatas fritas,riquísimas.El café,de los más ricos que he probado nunca...ah y el comedor secreto,lo mejor.Volveremos.

Lo conocimos gracias a la ruta de la croqueta. Había pasado por las calles cercanas muchas veces pero nunca por ese sitio y está claro, por las fotos que tienen colgadas, que llevan años en hostelería. También se han modernizado rehabilitando la barra. El ambiente y la comida parecían caseras. Volveremos para unas cañas o vinos

Me encantó el sitio y la comida muy rica. El personal también muy atento. Pero para lo mítico del lugar, las cantidades no eran muy generosas y casi que salimos con hambre. Solo un dato, hay un postre que se llama "lechada de requeson" :-

Les hemos pillado en un momento punta y al principio les ha costado dar buen servicio, luego ha mejorado. La comida casera y rica, destaco el revuelto de bacalao y la cazuela de potaje. Eso sí, toda la tarde bebiendo agua ;

Lo hemos conocido gracias a la ruta de la tortilla, y repetiremos. Su tortilla campera está riquisima! Una combinación de tortilla con pimientos y chorizo exquisita!

Los guisos son el plato estrella sin duda. La cazuelita del día tapa pequeña son 3eur.Sin duda recomiendo este sitio para los amantes de la cuchara, no para amantes del postureo y sitios de moda de Madrid. Comida de toda la vida.