Amargo

Muy buen sitio para cenar y tomar después algo. La comida muy rica y el ambiente muy bueno. La música de fondo buena y al volumen perfecto. El servicio muy bueno, nos trataron fenomenal. Además nos adaptaron un cóctel de la carta a sin alcohol sin problemas. La decoración además está bonita. Muy recomendable. Ya había estado más veces y volveré a repetir.

Hemos comido super, el lugar muy acogedor, el personal siempre pendiente que no faltará nada en la mesa, la comida 8/10 la experiencia 10/10 de los 3 camareros que nos atendieron desde nuestra llegada 14:40 hasta nuestra hora de salida 17:20, 2 de ellos impecables mientras que otro un poco borde, me quise sentar al lado de mi pareja y me dijo que no, en la mesa que estaba en la esquina "regaño" q las chicas y las amenazó con pasarles la factura y sacarlas del restaurante, su actitud un poco prepotente. Pero en general nos ha gustado y volveremos

Espectacular todo lo que comimos, a muy buen precio. El menú del día por 13.5 euros, con entrante, fuerte, postre y bebida. Variedad para todas las opciones y un servicio excelente!!! El lugar muy agradable para estar. Lo recomendamos totalmente! En la foto una de las entradas: Salmorejo. No conocíamos este plato y nos encantó! Igual la pasta, las costillas y el atún!!!

Ambiente moderno en un salón bajo tierra, con un techo abovedado de ladrillo visto, la luz de los neones y los originales cuadros, tienes un ambiente encantador y llamativo. La comida es estupenda y original. El servicio, algo tosco, pero correcto

Comimos muy bien ahí, la decoración muy moderna, los camareros muy atentos, la comida deliciosa y a muy buen precio. Probamos la tortilla de patata trufada y quedamos encantados, al igual que con el pulpo.

La verdad que nos quedamos con una sensación muy extraña al salir del lugar. De por sí ya lo conocíamos y teníamos mucha ilusión de probar, el lugar es precioso, decoración perfecta y el ambiente perfecto, la carta es súper amplia con opciones veganas para todo, muy contentos de ese lado la verdad, de las porciones tampoco podemos quejarnos porque son súper generosas, ricas y elaboradas, entre 6 personas estábamos todos más que satisfechos con 3 combos de brunch. Ahora lo malo. Las dos camareras fueron súper majas, siempre atentas a todo lo que necesitamos y muy buenas trabajadoras, los otros dos camareros nos dejaron muchísimo que desear, desde un principio ya nos atendieron de una manera súper borde, metiendo prisa y quejándose de todo, luego, otro que fue muy majo con nosotros después de haber montado una pequeña escena con los de la mesa de alado, tratándolos de una manera muy altanera e incluso llamándole papi, lo cuál me parece muy poco profesional, para resumirlo un poco, la comida y el lugar genial, la atención, algunos bien y otros deplorable.

Sitio muy agradable para tomar desde una copa, desayunar o cenar. Es muy bonito y bien decorado. Se encuentra en una zona estupenda de Madrid. Nosotras fuimos y probamos los gambones, las croquetas de trufa y el tartar de atún. Todo buenísimo. El trato fue cercano y amable.

Sublime: Estuvimos el pasado sábado y fue fantástico: Probamos el pad Thai, muy conseguido y parecido al auténtico tailandés, el único pero, por sacarle algo es cambiar el limón por Lima. La hamburguesa Benedicto, que es sensacional y las gyozas de cordero, impresionantes, además de los tacos de costilla barbacoa y de cerdo. No probamos ningún cocktail, ni postre, por lo que tenemos pendiente repetir y por sacarle un pero, si tuviera alguna promo para que saliera algo más económico, sería un Fijo Indiscutible, pero el ambiente genial, los camareros súper atentos, el servicio rapidísimo...Sensacional y para repetir

El sitio está muy bien ubicado. Especialmente para el turismo. La decoración del restaurante es divertida. Fuimos al brunch. La comida estaba buena. Es bastante cantidad. Casi todo en torno a los 15€. Nos atendió Alberto, muy amable.

Fuimos el fin de semana pasado a este local. Nos gustó bastante si no fuera por el pequeño detalle de cierre de cocina, nunca mejor dicho. Pedimos varios platos para degustar, todos exquisitos y con un precio justo para lo que comíamos. Comida original con buena mezcla de sabores. Respecto a los cócteles pedimos el de piña colada que me pareció algo insípido de sabor pero la sangría estaba riquísima y volvimos a pedir más. Lo negativo vino cuando fuimos a pedir el postre. Nos dijeron que no nos lo podían servir ya que acababan de cerrar la cocina. Eran las 23.30 y sabemos que los cocineros tienen su horario y hasta esa hora llega su jornada pero...no nos lo podían haber avisado antes? A las 23.15h ir diciendo que la cocina iba a cerrar para ver si queríamos algún postre y prepararlo? No sé, creo que hubiera sido lo normal en un sitio anclado a horarios solo con ir avisando al cliente de éstos. Para mi gusto nos fuimos a medias en un servicio de restauración que en ese sentido no estuvo a la altura. En una peluquería, por poner un ejemplo, no te cortan el pelo y te dicen que como ya es la hora te tienes que ir con el pelo sin secar... En resumen: no quedamos así como "agridulce" place to be!!