Reseñas
A la entrada da la sensación de lujo, camareros con pajarita, buena iluminación, preparación de las mesas…. El trato fue muy bueno y rápido, no comimos tomamos unos café y un refresco. Ojeando la carta se aprecia que no son baratos los precios, pero todo según los compares con la calidad, observamos los platos de los comensales y la verdad que muy bien presentaros y debían estar muy bien elaborados ya por la cara de los comensales al probarlos. El local es amplio y en la planta baja se encuentra una pequeña bodega acristaladla. Lugar limpio y bien iluminado. Habrá que darle una oportunidad para ir a comer!!! Creo que no defraudará.
El sitio es bonito y bien situado, cerca del Congreso de los Diputados. De aperitivo de "la casa" trajeron una croqueta con intenso sabor a harina, patatas fritas, unas olivas, y pan gomoso. De entrante pedí unas almejas a la sarten. Me las sirvieron con salsa, una pena porque el producto era de calidad, le pusieron una salsa con mucha, mucha harina, que estropeó el plato. Cuando se lo dije al camarero, me dijo que a la sarten siempre se sirve así... no quise entrar en polémicas absurdas. De principal pedí rape negro a la donostiarra. No he comido nada más anodino en mi vida. Vuelvo a insistir, una pena porque el producto era de muy buena calidad, pero ésta vez venía sin nada tal vez porque les reproché la salsa anterior. Rape al horno soso tuve que pedir sal, con 3 TRES láminas extra finas de ajo. Una lástima de producto. De postre pedí un sorbete de limón. Me llamó la atención que en carta tenían dos tipos de sorbetes: los de fruta natural y los batidos con licor. El camarero me preguntó si lo quería con cava o vodka, le dije que no, que quería sorbete de limón, sin más. Al traerlo ya vi que era batido, lo probé y no llevaba licor, por lo que no quise hacer mención porque lo que me apetecía era pagar y salir del local. Había mucho, mucho, pero mucho ruido. Tanto que me puse música con mis auriculares, porque el ambiente era muy molesto. En resumen una pésima y cara experiencia. Sin duda, no volveré.
Sitio elegante, céntrico, en todo el corazón de Madrid. La comida muy deliciosa, y los platos generosos. No es barato pero vale la pena. Cómo única pega, los meseros tenían un poco de prisa y recogían los platos casi sin preguntarte si habías terminado. Por lo demás, recomendable sobre todo para cenas de pareja o de amigos, no lo veo mucho para ir con niños.
Es un lugar precioso y muy bien decorado. Su especialidad son los mariscos. Fuimos unas amigas a tomar algo y conversar un poco y lo pasamos súper. La terraza es muy bonita y el interior del restaurante también. El baño es impresionantemente bonito El servicio es excelente, los camareros son súper amables y atentos y el ambiente es muy agradable.
El barril de Cortes Un lugar muy buen ubicado, con una muy buena decoración y una amplia carta tanto de vinos como de platos. Un espacio muy agradable tanto para comidas de trabajo. Las alcachofas, que ya sabéis que es uno de mis platos fetiches, estaban de lujo. Me quedé con ganas de mas. Los taquitos de merluza estaba muy finos, muy apetitosos. Las ensaladas eran muy cuantiosas. La carne estaba en su punto- recomendación, en un sitio así quizá un plato caliente que mantenga la temperatura sería un punto, además estaban acompañadas por unas patatas fritas muy ricas y quizá le hubiera puesto algún pimiento más. La fideua, no la probé pero tenía una punta increíble. Quizá el coulant que tomamos de postre lo vi un pelín escaso, así como los calamares, que estaban muy buenos pero quizá eran pocos para la ración. El vino de Pedrosa estaba muy bueno, es un vino que se está poniendo de moda y es apuesta segura. En cualquier caso, un sitio con una ambiente muy chulo, buena comida. Muy recomendable
Local céntrico, agradable, servicio atento. Buena materia prima. Recomendable los arroces. Relación calidad precio: B.Comida: 4/5
Buen servicio, raciones muy completas, y local acojedor. Huevos rotos con jamon , paellas y postres super completos. Volveremos.nComida: 5/5
Fuimos a comer con unos amigos y nos gustó mucho, quizás no tanto como la fama que tiene, pero es lo que sucede con las expectativas. Los entrantes ricos, el arroz mejorable pero soy de Valencia y ya sabéis los tiquismiquis que somos los valencianos con el arroz. La carne muy rica y la torrija, buenisima. Solo por ella vale la pena ir
La verdad que entre porque el camarero fue muy amable fui tarde le pregunté si la cocina estaba cerrada me dijo que podía entrar a pedir algo pedimos Vermouth que estaba divino buena selección ahora en cuanto a la comida fatal pedimos un pulpo a la gallega de vista un gran plato pero al comerlo estaba demasiado suave muy flojo no se como explicarlo y para añadir me dio una acidez tremenda no pude volver a comer ahora le pregunte a el camarero Jamad ya que pensé que era de lata pero me dijo que no, por el sitio supongo que no quede confundida, no me gusto y por eso no pedímos nada más, son muy amables y el sitio es bellisimo lastima!!!. No lo recomiendo
Este lugar fue casualidad, en el Barril de las cortes hay jornada de berberechos así que picoteamos!! Berberechos, Ostras, Navajas Y hasta al carabinero… Todo espectacular, hay que visitarlo