El Celler de Can Roca

Experiencia recomendada para personas con amor a la buena mesa y con curiosidades por descubrir sabores explosivos en el paladar. Lógicamente es costoso pero no me parece caro para lo que ofrecen. Nos atendieron con mucho cariño y buena predisposición para hacernos sentir muy cómodos y a gusto. Tuvimos la oportunidad de conocer a los tres hermanos y a cuál mas encantador, un plus para la experiencia, no esperaba poder verles.

Una experiencia única. Desde que entras todo el equipo te trata con muchísimo cariño, nos enseñaron las cocinas, el salón tiene un clima cálido que solo te invita a disfrutar el momento. Muy recomendable el maridaje. La comida es una fantasía. No es barato pero es necesario vivirlo. Lo recomendarían al 300%. Ojalá volvamos pronto :

Cierta decepción el jardín: sofás con manchas y llenos de hojarasca. Nadie q atienda hasta q se abre las puertas. Sería bonito que te enseñaran, a modo de paseo temático, las cocinas y así poder disfrutar de como elaboran los platos. Sala vacía, los primeros en llegar, tras años intentando una reserva. El mobiliario ya comienza a notar el paso del tiempo y del uso. La vista da a una sala grande y a un patio interior con árboles y hojas cayendo… es todo lo que vimos del restaurante, lo cual no te da idea de cómo es ni que tan grande es. En todo momento reino la amabilidad y profesionalidad de camareros excepto el sommelier, que no estaba en local y que cuando vino , no digo ni hola ni adiós ni ninguna referencia del vino escogido más allá de su procedencia , que ya sabíamos . Nos decidimos por Menú Fiesta pues aunque más caro parecía que los platos eran más numerosos en menor cantidad de producto y así probaríamos más delicatessens . Cuando acabamos los aperitivos pensé que ya no podría más … pero lo conseguí . Tal vez , lo que menos aprecie fueron los postres pues ya no daba más de sí y dicho de paso no me gustaron … el pan con chocolate y aceite no encontré el gusto y el plato con cosas naranjas … tampoco. A medida q entro gente y se lleno , empezó a haber demasiado ruido de fondo y eso para un restaurante como este creo que debe evitarse. Ninguno de los 3 hermanos pasaron por sala para comentar que tal y eso q estaban . Volver? No. Haber ido ? Un acierto.

Es sin duda la mejor experiencia gastronómica de mi vida. Un viaje por los sentidos desde el inicio. Una mezcla de tradición e innovación introducidas en cada plato, en cada detalle que explosionaba en la boca y nos contaba la historia de este lugar único. Todo ello acompañado por un maridaje espectacular que ponia el punto y seguido al menú, y encontraba el equilibrio perfecto en cada plato. Sencillamente sublime.

Reseñar un sitio así me parece un poco una tontería, la verdad: es simplemente uno de los mejores restaurantes del mundo. Y esto es así tanto si te gusta este estilo de comida como si no. A nosotros nos encantó. Lo que sí mencionaré es que es súper recomendable para cualquier tipo de persona con curiosidad por la comida nosotros ni somos ricos, ni precisamente pijos. Evidentemente es costoso que no caro y es un gran capricho para la mayoría de las economías. Pero si te lo puedes permitir, ¡adelante! Es una de las mejores experiencias gastronómicas que se pueden vivir en la vida. Y por último, mencionar al servicio aunque me guste poco la palabra. Son unos grandísimos profesionales y absolutamente encantadores. Nuestro camarero, Germán, hizo porque la comida fluyera de forma muy agradable. Y eso que el pobre tuvo que lidiar con la asistencia de nuestro hijo de apenas cinco meses : Espero poder volver en el futuro, porque me encantaría poder sorprenderme de nuevo tanto como esta vez. Admisión de niños: No hay problema con ir con niños, aunque quizás no disfruten tanto de la comida. Restricciones alimentarias: Te preguntan con antelación y el mismo día por cualquier tipo de alergia o intolerancia y adaptan el menú a tus necesidades.

Nos ha encantado. Desde que cruzamos la puerta hasta que tuvimos que irnos. Fue toda una experiencia donde aprendimos nuevas cosas, descubrimos nuevos sabores y texturas, disfrutamos comiendo y bebiendo. Sin duda una aventura que merece la pena disfrutar. Muchas gracias por todo y por ser tan atentos. Una maravilla el trato, la comida, la bebida, el local...

Una experiencia culinaria inolvidable. Para mí los hermanos Roca son los magos de la cocina, los científicos de la gastronomía! Hemos esperado un año y medio por este día y hecho 1000km para estar aqui y no me ha defraudado! Nota 10!

Excepcional. Innovador. Unico. No hay ningun restaurante comparable al Celler de Can Roca. Sin duda, el mejor restaurante donde he estado. Desde la recepcion, hasta el diseño del lugar, elegante, moderno, agradable. Hasta el increible y profesional servicio. Incontables camareros que hacen de la experiencia algo unico, que va a hacerte descubrir otro planeta culinario. Y que decir de la comida. Una mezcla increible se texturas, sabores, olores.. sin duda recomendable el menu festibal, y sobretodo añadirle la cata de vinos. Te va a costar 130eur mas pero una buena opcion si vas con pareja es compartirla, con lo que puedes igualmente probar unos vinos absolutamente increibles por un precio razonable. Probamos incluso un vino de 28 años de antiguedad, espectacular! Otra cosa a tener en cuenta, ir con taxi. Al acabar la cena, si has pedido la degustacion de vinos, el conducir va a ser un problema. El mismo restaurante te llama a un taxi para tu comodidad. Para acabar, tuvimos la suerte al salir en encontrarnos con El chef Joan Roca, que muy amablemente accedio a hacerse una foto con nosotros. Sin duda, un gesto de abilidad y umildad que no tiene precio. Sin duda, el mejor restaurante del mundo. 10/10

Como cualquiera que haya estado en el restaurante, el visitar el Celler figurará entre las principales experiencias de su vida, casi independientemente de la calidad de la cocina, que es sublime. Cuesta demasiado reservar, lo que añade a la heráldica del lugar. La espera de un año sólo hace que te enfrentes a la experiencia con tal anticipación que ya es una hazaña para los hermanos conseguir estar a la altura. Los hermanos están en el restaurante, dándote la bienvenida y despidiéndote, un detalle. Muy buen servicio, tan sólo me gustaría que todo cliente independientemente de su fama, tuviese el mismo trato: unos días antes un famoso twitcher estuvo en el restaurante y ante el mismo menú, se llevó un par de postres más.

Es complicado explicar con palabras lo que significa la experiencia de comer en El Celler de Can Roca. Si las tres estrellas Michelin significan que "merece la pena hacer el viaje para comer allí", en este caso, se cumple con creces. En mis tres visitas a El Celler, he salido con la sensación de haber vivido un momento especial y de que volvería a pagar el precio, porque la experiencia vale cada uno de los euros que cuesta. Comer en El Celler de Can Roca es equivalente a ser amado a través de la comida. Cada bocado, cada plato, son obras de arte efímero con las que deleitar los sentidos. El trato del personal es exquisito y la comida se convierte en una sinfonía maravillosa, en la que el tempo se adapta a cómo respira la mesa. Pensar en "apio nabo y pera" y que se me ponga una sonrisa de oreja a oreja es todo un ejemplo de lo profunda que es la experiencia. A todo el equipo de El Celler de Can Roca: gracias por hacernos vivir esos momentos. Volveremos Acceso para sillas de ruedas: El restaurante está acondicionado para sillas de ruedas, con rampas de acceso Restricciones alimentarias: Adaptan los platos a cualquier restricción, intolerancia o alergia que uno pueda tener