Reseñas
He querido probar el sitio dado las reseñas que tiene pero la verdad ha sido una decepción. Hemos pedido para dos personas: unos mejillones al vapor, unos calamares a la plancha que nos los han servido a la andaluza, un pan con tomate que como podéis ver en las fotos era de pena, un pan suave, sin apenas sabor y menos gracia y unas navajas que nunca llegaron a la mesa - por suerte tampoco las cobraron-. Todos los platos parecen hechos sin más, sin ganas. Como si la persona que cocina esta solo a la espera de que acabe su turno para marchar a casa. Sé que son platos sencillos pero no es señal de hacerlos sin cariño. De sabor muy normal, los precios igual. No he tenido la oportunidad de probar las paellas ni el resto de cosas que la gente menciona en sus reseñas y dicen están excelentes. Pero esto tan básico, tapas, han dejado mucho que desear o por lo menos a nosotros. La atención desde el primer momento sí que ha sido muy buena, pero lenta aun con mesas vacías. No volvería. Gran decepción.
Una experiencia diferente. Si te gusta el marisco y el pescado, te va a encantar este sitio. Sólo entrar hay una paradita como si fiera una marisquería, y allí escoges que vas a comer. Todo el producto es fresco y de buena calidad. El personal es muy amable y te aconseja si estás indeciso. Lo único que me falla un poco es la decoración del sitio, ya que creo que se le podría sacar mucho más partido.
La comida buenísima, platos generosos y sabrosos. Lo mejor el camarero, nos atendió muy bien, agradable, simpático y muy servicial. Muy recomendable.
Pedimos la carta, y al pedir bocadillos de la carta nos dijo que la carta era antigua y que no hacían bocadillos. Pedimos un pincho de tortilla, nos dice que no tiene pan… nos trae la tortilla y era la típica envasada de supermercado. Vergonzoso, para recomendar no ir jamás.
En nuestro caso hemos disfrutado escogiendo la comida en la parada de la entrada y durante la comida: van cocinando los platos y te avisan cuando están listos. El vino muy fresquito en la cubitera repleta de hielo.
No recomiendo todo salado!!! Carísimo en Menu ahí un precio en la factura otro precio La sal gorda está gratis. Calidad precio malísimo, no recomiendo. Atención del personal malísimo , le comenté a la camarera que el pulpo no se puede comer que está salada, pero le pareció tan gracioso que se a partido de risa y se marchó me dejó hablando El pan 5 trozos a 6 euros una caña 4,50 la paella sin sabor pero con mucho ásete 33 .€ No tienen Menu ni carta los precios se los inventan como quieren . La sal gorda para romper los dientes. La pescadera -camarera- explicaba que no se le entendía nada bastante agresiva parecia que lo único que quería es acabar el tiempo de su puesto penoso!! La cocina tardo un montón …los niños muertos de hambre 35 minutos esperando pero después el personal tenía mucho prisa para irse a casa que no nos dejaron para acabar la comida que sobre las 16:15 nos hechavan a la calle La pescadera insistía que están cerrando recogía platos insistiendo que están cerrando Por educación hemos pagado sin protestar pero con mal sabor en la boca vergüenza de restaurante y de personal!!! Desde la Entrada donde te recibe como pescadera luego es camarera ES ESTAFA !!!!
Nos decepcionó un poco. Es un restaurante muy caro para lo que ofrece. No te sirven en la mesa. Tienes que pagar en la barra. Pides y te dan un aparato de esos que pita como en el TGB. Pero pagas 4 veces más. No lo recomiendo.Comida: 3/5
Te ponen unos precios en el menú y en la carta que no tiene nada que ver con el precio que te cobran por el plato después. Tampoco ves en ningún momento el precio por KG del producto. Si que la calidad es buena, pero te engañan con los precios. No volveré!!
Esta bueno, pero tardan un poco. Primero compras el pescado y marisco en la tienda. Y luego te lo cocinan. Te avisan de tu pedido con un cacharro que hace luces en el que tienes tu número y vas a buscar el pedido a ventanilla. Si no has ido nunca es un poco lio. Los precios los ponen por 100g, lo cual al inicio nos trajo un malentendido. Eramos 2 y nos costó 60 euros. Pedimos chipirones, gambas, mejillones, pulpo, patatas bravas, una coca cola, un agua y dos vermouths. Ciertamente fuimos un dia que había mucha gente, pero mi tía me contó que cuando ella fue le servían a la mesa ya que dos personas iban en silla de ruedas, así que les ayudaron para que los demás comensales no se tuviesen que hacer cargo de su comida y de la de las personas con movilidad reducida. Eso se agradece mucho. El servicio es muy simpatico. La comida esta bien. Y el local es comodo para las mesas que hay. Disponen de terraza.
Hoy fuimos a comprar calamares a la andaluza, nunca más, duras como una roca y ni que hablar del chico que estaba en la cocina , cuando le pasaron la comanda me dieron ganas de irme de solo verle la cara de desagrado, si no tiene ganas de trabajar que renuncie. La chica que atiende y que cobra también en la caja es muy agradable y simpática. Pero no iremos a comer.