Reseñas
Comimos recomendados y nos sentimos como en casa. Sitio muy acogedor y agradable, con encanto. En pleno centro de Logroño, con muy buen acceso a toda la zona de tiendas y bares. Pedimos varios platos y buenísimos. Espectacular. La comida muy bien elaborada, con productos de primera calidad, y personal muy agradable y trabajadores. Estuvieron muy atentos en todo momento. Alberto fue un encanto con nosotros, muy majo, agradable y cercano. Relación calidad precio buenísima. Para repetir 100% cuando volvamos por la zona!
Una de las mejores opciones en Logroño para comer cocina de mercado. Dispone de mesas altas y un comedor. Su carta de vinos es bastante extensa. Dejate asesorar con los platos de temporada y si te gusta la carne, su chuleton Gallego de cárnicas Luismi está tremendo. Acaba tu visita con su Torrija y sus mini-gintonic. Parada obligada en Logroño.
Los mejores tomates que he probado en mi vida. Comida de calidad. Buenos vinos. Trato inmejorable. Fuimos todos los días que estuvimos en Logroño.
Parada obligatoria tanto para comer como para picar Todo lo que pedimos siempre está espectacular El trato por parte de los camareros y Alberto inmejorable
Sitio para mi desconocido y un gran descubrimiento. Materia prima de primera. Personal agradable y atento.
El sitio como tal bien, buen trato en sala y el ambiente bueno. La comida pedida en general bien hasta que apareció el Bacalao, por 19€ deben de poner lomos y nó filetes un tanto seco. Lo podría recomendar porque creo que fue un problema puntual. La persona que nos atendió nos dijo que habían estado unos días cerrado por nó sé que motivo.
Un sitio espectacular para cenar todo riquísimo pero en especial los postresComida: 5/5
Sin ser una carta muy extensa, lo que pedimos estaba muy rico, cocina producto. La recomendación del vino estuvo muy acertada, nos gustó mucho. Quizá, eché en falta algún aperitivo mientras esperábamos la comida, por el precio pax que salimos, más bien alto, entiendo que lo tenían que poner.
Hemos ido a comer, no tienen menú, hay que pedir de la carta, los entrantes que pedimos muy ricos estupendos los espárragos pero los segundos un poco escasos, chipirones solo dos por plato y el chuletón lo compartieron entre tres personas. Fue caro en relación a lo que eran los platos. La tarta de queso muy rica, pero la torrija sabía demasiado a miel. Un gran fallo es que no tenían café.
Restaurante magnífico, lo conocimos después de haber estado picando varias tapas y ya íbamos con el estómago algo lleno, pero lo que degustamos nos encantó, tanto la calidad de sus platos y el servicio. Todo un acierto que sin duda que repetiré cuando vuelva a Logroño.