Reseñas
Cuando vi ésta movida, me quedé loco. Fusionaron el langostino con la piña y crearon ésta obra maestra. Yo siempre vengo por aquí cuando piso la laurel. Mi perro y yo nos quedamos fuera y comemos en la calle y disfrutamos de esta locura culinaria. A veces hasta sueño con esta brocheta. Tengo sueños húmedos en los que yo soy la piña ensartada en un palo de madera arropada por un langostino fresco por delante y otro más travieso por detrás. Fuera de bromas. Tu pimpollo recomienda este bar como uno de los más imprescindibles en la Laurel. Si no lo pruebas, jamás sabrás lo que es el placer... Espero no haber exagerado.
En la calle del Laurel hay gran cantidad de bares de tapas/pinchos en los que perderse. Un indispensable es el Juan y Pínchame, con su pincho de gambas y piña. Gente por doquier en todos los bares. Me sentí un poco abrumada, porque en época de covid, la única que llevaba mascarilla era yo. Muy buena calidad del pincho. Muy sabroso.
Degustamos siempre que visitamos la famosa calle laurel, de la capital riojana, su famosa brocheta de langostinos y piña a la plancha, con un buen rioja, que no falte. Buen sito para disfrutar de sus pinchos y variedad de vinos. Recomendado y volveremos.
Cada vez que voy a Logroño, es mi primera parada en la Calle del Laurel... Han dado con la mezcla de dulce y salado con la brocheta de langostino y piña. Podría comer tres o cuatro y salir ya comida de allí, pero hay que repartirse . Brocheta piña y langostino, ra, ra, ra!!!!!
Siempre pensé que poner piña en una pizza era una aberración, hasta que la probé. Pues bien, las brochetas de langostino con piña son un manjar, increíble la fusión de sabores.
Muy bueno, pedímos bacalao en aceite y secreto ibérico a la plancha con Cebolla caramelizada. Nos encantó., Por supuesto con su respectiva copa de vino. Todo muy bueno. La atención estupenda.
Hace tiempo que no entraba y casi todos los fin de semana voy por esa zona. He pedido tortilla de bacalao y sabía a piña. El pincho estrella del bar es brocheta de piña y langostino. No se molestan ni en limpiar la plancha. La excusa del camarero es que lleva cebolla caramelizada. No es cierto sabe a piña.
Muy rico el contraste de sabores de la brocheta de piña y langostino. Pedimos también la cangreburguer, que era un bao de cangrejo, y la piruleta de queso brie, ricos también aunque sin destacar. El precio muy bueno, sobre 11€, tres cañas y tres tapas.
Buen bar para tomar vermut en la Calle Laurel de Logroño. Especialidad el Juan y Pinchamé Brocheta de langostinos y piña.
Un clásico de Logroño, imprescindible ir a probar sus pinchos de langostinos con piña a la plancha, espectaculares! Muy rica también la tortilla de bacalao y el secreto.