Reseñas
Acogedor restaurante, muy recomendable para ir en familia a comer una buena paella. Ambiente agradable, cerca del puerto para dar un paseo después de la sobremesa. El personal es muy profesional y atento. Adecuado para niños: No hay problema en acudir con niños, pero el local es bastante reducido y los niños no siempre están quietos toda la comida. Estacionamiento: Hay un par de parquings privados cerca del restaurante.
Fuimos por recomendación de un amigo. Fuimos en día de semana por lo que había sitio, elegimos afuera porque la noche estaba bien de temperatura. Para tomar nuestro pedido los mozos demoraron más 30 minutos porque se olvidaron que estábamos fuera y tuvimos que ir nosotros a avisarles que seguíamos allí. Para comer pedimos calamar empanado y una paella mixta. Los calamares estaban bien pero no fueron suuuuuper. La paella creo que nos equivocamos nosotros eligiendo ese tipo, no nos pareció exquisita, más bien normalita. Descartando la atención que fue mala, los precios son normales. Le daría otra oportunidad para probar otro arroz
Unas paellas excelentes. Buena cantidad por em tipo de restaurante que és. Los entrantes también muy bien, os la paleta de jamón con pan con tomate. El personal muy educado y atento. El local elegante y tranquilo. Recomendado.
Es un clásico donde se puede degustar pescado y paellas de primera calidad. Alberto es uno de los camareros que les ofrecerá un servicio excelente.
Restaurant muy bueno. Paella con buen sabor, uno calamares a la romana excelente y unos vegetales a la parrilla con gambas buenas
Qué paellas más buenas y qué buen servicio, ya hemos ido un par de veces y volveremos y seguiremos pidiendo todos vuestros postres -en la fotografía, el pastel de chocolate con helado de chocolate blanco; delicioso-. Muchas gracias.
Fuimos a comer acá en un almuerzo corporativo y la experiencia ha sido bipolar. Por un lado la comida estaba bien, pero la atención tuvo algunas deficiencias. Algunas cosas a mejorar.
Ha cambiado bastante. La comida no está a l'altura. Personal muy atento. Local y baños limpios. Pero la comida defrauda. Sin acritud, pero es que para los precios que marcan, los platos deberían estar mucho mejor.Comida: 3/5
Los muy arroceros sabemos que la paella no tiene nada que hacer ante los variados arroces levantinos. La familia Iborra Vicente, al inaugurar el Elche en 1959, fue la primera en traerlos a Barcelona. Y hoy en día todavía podemos saborear la especialidad de la casa de aquellos tiempos, el arroz con costra. Aquí se come muy bien. Y un detalle: a los que nos gustan las buenas músicas de todos los lugares y de todos los tiempos, aquí la música ambiental, a un volumen muy bajito, es para melómanos. Excepcional.
Muy buen restaurante, buen producto, buena atención y ambiente tranquilo. Entrantes atractivos, alcachofas, almenjas, fritos...todo rico De los segundos destacan las paellas y arroces, de marisco, marisco pelado, a banda... buena calidad y cantidad. Los postres suenan bien...pero no llegamos : Pero volveremos. Un acierto.