Hetta

Muy recomendable para una experiencia gastronómica diferente! Se pide escogiendo por temperatura de cocción, en carta 9 ingredientes de temporada en varios platos creativos muy muy bien presentados. Cocina a vista y ambiente moderno y acogedor.

Magnifico restaurante para probar nuevos sabores y compartir. Lo primero que te sorprende es la “carta” con un diseño muy original en la que el menú se representa en un gráfico cuyo eje X son los distintos tipos de alimentos de temporada en orden creciente desde veganos hasta pescados y carnes, dando información sobre el proceso de elaboración. El eje Y de la gráfica es la temperatura de elaboración, como un eje Y negativo desde templado a frío y un eje Y positivo de templado a caliente. Existe una gran variedad de platos y los 6 tipos de platos que probé fueron en su totalidad una experiencia muy gratificante. Los postres en la misma línea, simplemente excelentes. También existe un menú por 20 euros muy bueno con tres platos y postre. El servicio rápido y el personal muy amable dando explicación del proceso e ingredientes de cada plato que servían. Muy recomendable.

Estratosférico! La elaboración es realmente destacable y el sabor y matices de los platos excelente. El equipo de sala es encantador en el trato. Local moderno en el que se cuida el detalle y el interiorismo. Volveré sin duda

Vine recomendado por un chef de otro restaurante muy conocido. Platos auténticos donde la mezcla de texturas y sabores con un toque auténtico del chef, hacen que sea un restaurante digno de las 5 estrellas

Fantástico! Explosión de saborea originalmente fusionados. Propuestas sorprendentes. Presentación impecable. Restaurante imprescindible de moda en Barcelona. El interiorismo del local tampoco defrauda. Propuesta original, cocina transparente y elaborada.

Una experiencia realmente interesante. La entrada del restaurante con su decoración de aspecto industrial resulta bastante llamativa y curiosa, teniendo aspectos muy interesantes como tener la cocina abierta y vista dede la zona del comedor. Una vez nos sentaron un muy amable camarero nos explicó toda la experiencia gastronómica que ahí servían. Como fuimos a jugar probamos bastantes platos, algunos muy recomendables y otros tremendamente recomendables. Uno de las maravillas que probamos fué un huevo pochado sobre salsa de parmesano con huevas y el postre de fresas con miel y queso fresco. Las combinaciones resultan espectaculares en su simpleza pero una explosión de sabor por la grandísima calidad de los ingredientes. Solo el Pan ya merecería una mención especial. Tremendamente recomendable aunque el precio elevado puede hacer que no sea tu restaurante habitual aunque sea totalmente justificado.

Materia prima buena, con ingredientes de temporada y presentación siempre cuidada en los platos. Escogimos este restaurante porque ibamos con una persona celíaca y pudo comer de todo.

Me encantó por su originalidad y sencillez. A partir de los distintos tipos de cocción de crudo a más cocinado preparan unos 6/8 productos presentados ese día. El comedor está integrado a la cocina, puedes ver a los chefs cocinar al otro lado del cristal y vienen a presentarte cada plato. Exquisito!

Exquisita elaboración y técnica que es emoción. Ya no es posible comer unos guisantes en su punto perfecto como comí aquí en esta ocasión con bacalao y trufa. Gran atención y vinos naturales completan una gran noche.

El concepto es bueno y muy original. A nivel presentación los platos son muy creativos. Sabores muy buenos y un producto de primera calidad. Una de las grandes ventajas es su cocina a la vista. Puntos a mejorar, la cantidad. Sinceramente nos quedamos con hambre después de compartir 6 platos más postre y viendo que nos recomendaron a cada uno de nosotros mínimo 3 platos. ¿Volvería? No lo tengo claro.