Rehabilitado como hotel cuidando la estructura típica de una casa Mariñana asturiana y se ha optimizado al máximo el espacio para poder alumbrar las 9 habitaciones de lujo de que dispone uno de los hoteles con más encanto de Asturias.
A finales del s.XVII, en el año 1680, dos monjes que
buscaban un buen lugar donde construir una capilla en
honor a San Antonio, encontraron un bello paraje en una
pequeña colina, un altozano con buena tierra, sol de
mañana y con unas vistas inmejorables a un pequeño
valle.
La naturaleza les acompañaba. Sabían que era el lugar
perfecto para ellos. Hoy en día esta colina toma el nombre
de esta capilla, San Antonio.
Allí construirían su capilla y más tarde la casa. Cumplieron
con la costumbre, plantaron un árbol al dar por terminada
la obra. Un viejo alcornoque que ahora proteje la capilla
y un robusto roble que cubre la casa.
En 1701 la obra estaba completamente acabada, la capilla
y posteriormente la casa, la fecha aparece escrita en el
arco de entrada.
La casa que estaba dividida en tres zonas. La zona de
abajo donde ahora se sirven los desayunos, era el lugar
de cobijo del ganado, suelo inclinado y cubierto de
piedras redondeadas. En la parte superior, en donde
ahora se encuentra la habitación Maitines estaban los
antiguos cuartos con lechos de piedras y pequeñas
ventanas.
La habitación Ermita, era el desván. Cuentan que la tía
Victoria guardó entre las piedras un saco lleno de monedas
de oro.
La zona central tenía estancias y cuartos destinados a
varios usos, ahora estan las habitaciones Vísperas y
Completas.
En el último bloque estaba el pajar; abajo se encontraban
los aperos de labranza, carros del país y todo tipo de
herramientas y utensilios. Y la tenada en lo más alto, para
que la paja estubiera bien seca. Aquí se encuentran ahora
las habitaciones Sexta, Laudes, Tercia, Nona y Labora.
Vivieron y murieron dejando su capilla, su casa, sus tierras
y todo su trabajo y esfuerzo a sus hermanas. Desde
entonces generación tras generación ha disfrutado de
ella.
En el año 1997 decidimos mi madre y yo adecuar el pajar.
Gracias a ella y a la ilusión de ambas comenzó a crecer
y a madurar este proyecto.
Esperamos que Ustedes sepan apreciar y lo más
importante disfrutar de esta casa llena de historia e ilusión.
Mara
Agregue este mapa a su sitio web;
Utilizamos cookies y otras tecnologías de seguimiento para mejorar su experiencia de navegación en nuestro sitio web, mostrarle contenido personalizado y anuncios dirigidos, analizar el tráfico de nuestro sitio web y comprender de dónde provienen nuestros visitantes.. Política de privacidad