Reseñas
La decoración es muy bonita y diferente, con muchas piezas que puedes comprar, así como los cuadros. La música que ponen es maravillosa y el lugar es muy acogedor. Tomamos un martini y un vino blanco, pagamos 11 euros. Tienen carta para comer muy apetecible. Los camareros son muy simpáticos.
El sitio tiene una decoración muy curiosa, la música de ambiente me ha parecido ideal y acordé con el sitio, los productos están muy ricos, fuimos a desayunar y pedimos café y tostada con tomate y aceite y tarta de chocolate. Muy rico. Tampoco es que tuvieran demasiado para elegir. Decir que las camareras son un poco despistadas, se meten en la cocina y si no te acercas a la cocina no se dan cuenta que hay clientes esperando para pedir o pagar. Volvería? Puede que sí
Es una pasada!!! Me encantó!!! Hemos tomado tartas de chocolate sin gluten y de pera, que estaban muy ricas. La estancia es de ensueño. Ay varias salas llenas de arte... Repetiré, para mí ya es un sitio especial. Muchas gracias
De los lugares más bonitos y especiales de Madrid, todo un oasis en pleno centro. Todo lleno de flores y muebles de anticuario, cada rincón tiene algo especial. Fui a tomar algo pero sin duda volveré para comer o cenar, ya que cuentan con una carta de productos frescos. Pedí un capuchino con bien de espumita con una galleta de coco, avena y miel, casera con el toque de dulzor perfecto.
Lugar peculiar, velas en las mesas, antigüedades, prácticamente todo lo que hay en el local está a la venta. Tiene poca fachada pero es muy alargado. La carta de comidas es muy reducida, sin carnes ni pescados, solo un plato de pollo. La atención normal, la justa, y en conjunto nos pareció algo caro, además no tuvimos suerte con la asignación de mesas, teníamos reserva y nos pusieron a tres en una mesa pequeña, más apropiada para dos personas creo, y llegaron unas chicas sin reserva y las sentaron en una mesa más grande, que llevaba vacía desde que llegamos . Los aseos necesitan una actualización.
Una sorpresa en nuestra escapada a Madrid. Cerca del Retiro, este pequeño restaurante llamó nuestra atención por su bonita decoración y un ambiente tan acogedor. El trato del personal muy bueno. Y la comida muy rica. Hemos probado el Quiche de puerro y mozzarella, la Pasta con calabacín asado, burrata y pesto y el Arroz basmati con curry, verduras y pollo de corral, cafe y de postre la tarta de chocolate. Sitio muy recomendable
Sitio muy agradable si buscas lago tranquilo . Los platos no son muy grandes, nosotros cenamos por lo que estuvo bien . Los postres caseros merecen un hueco para probarlosComida: 5/5
Acceso accesible Baño no accesible muy pintoresco Lugar es como estar en una "brocante"...todo se vende.., Decoración tipo jardín patio ... Comida. Sopa de calabaza casera Arroz con verduras y pollo al curry... bonita presentación pero me esperaba más sabor , pollo muy seco con sabor ligero a curry ,el arroz aguado y la verduras ...en resumen le faltaba este toque especial que levanta el sabor....especies hierbas aromáticas....por lo general no bueno ..... Ha sido una experiencia neutra... La próxima vez espero .......
He estado en varias ocasiones a lo largo de los años, acompañado por amistades a las que me gustaba sorprender con un sitio diferente en Madrid. Normalmente he ido al mediodía, a comer, aunque últimamente lo he visitado para tomar un té de media mañana. La compra siempre me ha parecido buena y la he disfrutado en compañía en un espacio donde entiendo que todo se vende, incluso la silla en la que me he sentado. No lo considero un sitio barato pero valorando el conjunto, lugar, situación, menú y atención consideraba que valía la pena ir de vez en cuando ya que nunca iba a salir defraudado. Si estaba por la zona mis pasos me llevaban naturalmente hacia allí, sin pensarlo siquiera. Sobre dos ultimas veces, no puedo decir que las cosas hayan cambiado, pero tampoco que se mantengan: el lugar, la comida el mobiliario, sigue allí; aunque la calidez y la sensación de querer volver se hayan evaporado. Tal vez sólo sea cuestión de que pasen las estaciones frías…
Tenia tiempo sin ir a un lugar que me gustara tanto! La decoración es increíble , todo el lugar está bellísimo con miles de detalles. La comida es brutal, la mayoría de opciones son vegetarianas! Pedimos berenjenas con el quiché de puerros, brutal!! Y luego el postre una tarta de pera, espectacular. La atención top, súper atentos y amables.