Reseñas
La verdad es que fuimos porque nos lo habían recomendado para comer pescado fresco, pero una vez sentados y que nos trajeron la botella de vino y la abrieron, nos dijeron que no tenían pescado, por lo que se nos fastidió un poco el plan. Cambiamos nuestra idea y pedimos una paella de marisco, que la verdad, estaba muy buena, por eso sube un poco en la puntuación. Pero la mala puntuación es, porque 10 minutos más tarde de decirnos que no tenían pescado, a unos extranjeros, les ofrecieron varios pescados frescos a elegir. Una falta de respeto enorme hacía nosotros. Además, el servicio fue un poco caótico. Nos llegaron a servir hasta 6 camareros diferentes. En definitiva, no aconsejaría nunca a nadie este lugar por el trato, y las dos estrellas son por la paella y las vistas.
Paella de marisco, buen precio 12 euros ración, muy buena de sabor y bien de cantidad para 2, las papas arrugadas muy buenas! La tarta de queso no está mal pero 6 euros ya está bien ! El servicio pésimo, muchos camareros pero todos despistados y muy lentos, se les olvidan las cosas...
Un completo desastre. Tardaron muchísimo en atendernos, muchos camareros pero solo uno coge la comanda. El primer plato, un absoluto desastre, una ropa vieja de pulpos con papas congeladas. :- Nuestra cara fue un poema cuando nos acercó el plato a la mesa, el cual, el camarero no sabía ni lo que era. Luego, los calamares que lejos de ser algo fresco y típico de un sitio como la lonja, finalmente los dejamos. Congelados pero de los malos. Adjunto foto Decirles, que otro señor en otra mesa había pedido la ropa vieja de pulpos y le dijo al camarero con tono de enfado que como se les ocurre poner papas fritas en una ropa vieja, y menos a un canario. O sea, que muchas más personas piensan lo mismo que nosotros al verlo. Como le dijimos al metre, preferiblemente no poner papas. Solo decir que la morena frita, era lo único bueno de lo que pedimos. No recomiendo a nadie el lugar, con tantos sitios que hay en Corralejo. Una pena.
Con unas vistas maravillosas y la cerveza más fría de la isla, compartimos unas papas arrugás con un mojo más que rico algo que no abunda en la isla; unas sardinas que, por el tamaño, parecían boquerones; un queso frito rico, pero un poco escaso; y unas puntillitas buenas. Los camareros eran encantadores y, después de la cena, nos invitaron a un chupito de ron miel :
La atención por parte de un camarero no fue nada buena ya que le pedimos recomendación y no supo decirnos nada. Al final pedimos Gofio escaldado, ropa vieja de pulpo y pescado y vieja a la romana. Nos sobró la mayor parte de la comida porque la ropa vieja era todo patata y garbanzos. El pulpo no existía, el pescado la vieja eran dos filetes enanos y todo lo demás ensalada y patatas. No lo recomiendo.
Penoso el servicio y la comida, uno de los camareros quejandose de su otro compañero que estaba en la avenida y la gente escuchando eso dentro del Bar porque de restaurante para comer deja mucho que desear, es una pena ya que el local y el lugar es fantástico. Me tuve que levantar a buscar la carta, al rato el camarero desde unos 15m me dice ¿que quería? jajaajjajajjaja le respondo, deja que llegues y te diré, penoso. Nunca he dado una reseña mala a un establecimiento, pero es que este lo merece en primer lugar por la actitud del camarero que se cree que está en casa hablandole a nose quién y en segundo lugar la comida malisima.
Buena comida, pedimos queso frito de entrante y parrillada de pescado para dos personas , camareros atentos, lo peor el ambiente musical demasiado alto, reggaeton para comer no es lo adecuado al menos para mi gusto, pido disculpas por este detalle. Calidad precio bueno. Recomendado.
Las sardinas sin más, no había pescado del día, la atención mediocre tirando a mal, salvo los camareros extranjeros que ellos son amables. La paella…. Mejor ni hablar. Pedimos varios entrantes : 1/2 puntillas, 1/2 sardinas, 1/2 papas, 1 tartar y 1 pan con tomate y preguntando si sería suficiente nos dieron a entender que no, tuvimos que pedir paella para 1 persona por no quedarnos con hambre. Cuando vimos los platos y quisimos echar para atrás la paella que no había salido, no nos lo permitieron y finalmente sobró entera. Cuando hemos ido a pagar más amables, preguntando si nos la ponían para llevar. De precio no está mal. Los baños sucios.
La calidad del pescado es insuperable, el atún encebollado es obligatorio. Atención mejorable, no se puede pedir la cuenta 3 veces... y las jarras no pueden ponerse calientes del lavavajillas para servir una cerveza a dos caminantes muy sedientos... Repetiríamos sin dudarlo, la experiencia fue muy buena.
Bien ubicado, junto al puerto. La comida no está mal, raciones generosas pero nada del otro mundo. Los camareros nada organizados, mucho descontrol, tardan mucho en atender.