Reseñas
Comimos rico y no es caro muy buena atención!! Sangría rica y también el vermut!
Acudo a este local desde que abrieron. Un sitio fantástico para tomar una cerveza fresquita con unos pichos deliciosos. Mención especial para el menú con botella de cava, todo un acierto para compartir con amigos en un ambiente muy agradable. Los responsables son muy atentos y dedicados, además de unos auténticos profesionales por saber tratar a su clientela de forma personal.
Decepcionado con el menú: 9.90 y me quedé con hambre. Es un plato único que te dicen que es muy grande, pero no es más que un plato normal con algo de guarnición. El menú no lleva pan increíble y tampoco incluye postre. Solo café o té, y yo no tomo ninguno de los dos. El encargado se negó a poner postre.
La verdad es q la experiència no ha sido muy buena. Hemos pedido la ensalada con la salsa a parte y nos la han traido por encima. Las bravas son patatas congelada con tomate de bote picante. Poca variedad de pinchos y no tienen los que hay anunciados en el local. Aunque el Guacamole esta espectacular!
Relación CALIDAD-PRECIO excelente. Atendido por sus propios dueños, esto hace la diferencia pues la atención es inmejorable. Las raciones contienen abundante cantidad, cervezas bien servidas, camareros muy agradables y educados.
Al pedir bebidas no sirven ni unas tristes patatas de bolsa. El servicio bastante desorganizado, pasaron más de 3 veces a preguntar si estábamos atendidos. Además, lo de que pasen cada cuarto de hora con un pintxo en la mano ofreciéndotelo es un tostón.
Buen sitio para tomar el aperitivo. Los pinchos de solomillo son lo más.
¡Buen precio, servicio amable y comida deliciosa!
Menú "timo" por 9,90: plato único con cinco trozos de pollo y dos pequeñas porciones de guarnición un poquito de arroz y otra poquita lechuga. No incluye pan y como postre te ofrecen café o infusión. Para no volver así que si tenéis hambre, por favor, no vengáis a aquí!
Entre semana es mejor no pesar este lugar. Pinchos fríos que aguantan de un día para otro y sin posibilidad de pedir nada de carta. Y fines de semana, con la variedad que hay en el barrio, ¿para qué entrar a un sitio de pinchos calentados en microondas?