Reseñas
Lizarran es un clásico del tapeo del picho. Muy buen local, bien ubicado. Todo riquísimo, y lo más importante me han dejado entrar a mi familia peluda Jimmy, desde luego así recomiendo x este local y a sus camareros superamables.
La atención es muy buena y la comida excelente a precios super buenos. Yo siempre voy por la oferta de bravas y birra Los pinchos de queso rebozado y chistorra buenísimos
De los mejores sitios para cenar de tapas, sus pinchitos muy originales y sabrosos, trato agradable.
Antes estaba bien. Ahora han cambiado de dueño o no sé qué habrá pasado que no te puedes fiar del horario y abren cuando quieren, la cocina la cierran a las 22:15 y nos cobraron de más en el tíquet poniendo pinchos especiales largos en vez de normales cortos. La variedad de pinchos y la calidad de la comida ha bajado. Ya no es lo que era antes
Estuvimos en éste restaurante tan típico bilbaíno el domingo primero de abril de 222 > cenamos unas tapitas & ensalada en Buen Ambiente & con placentera Temperatura mientras comentábamos con cervezas algún Adorno del decorado tuvimos una agradable noche & Bonitos recuerdos. ¡¡ Hasta otra ocasión Gracias & Bendiciones >> Cheers !!
Fatal no habia de nada un sábado las 22 :00por la noche 3 tapas y básicas ,el servio da mucho que desear ya que le preguntado al chico que cómo podía ser que no había nada y me ha contestado a las 19:00 la tarde estaba todo lleno ,no nos han intentado vender nada ,me quedado blanca además no nos han hecho sangría de vino con lo fàcil que es y siempre pedíamos. Calidad precio super caro en mi opinión por lo comido ,no me extraña que estuviera vacío ,eso ya me ha extrañado cuando he entrado ya que antes casi no encontramos sitio.Por mi parte ya no vuelvo
Hacia mucho tiempo que no íbamos por que no vivimos en esta ciudad tan entrañable, pero cada vez que vamos, siempre salimos satisfechos. Buenas tapas y se puede comer bién. El precio no está mal. Deseo poder volver pronto.
Ni acercarse. Calamares romana aceitosos e insípidos. Patatas blandas con unas lonchas de jamón que según carta debía ser crujiente y no lo eran. Croquetas de jamón con sabor a congeladas y poco más. Decepcionante.
El servicio tenía carencias y la calidad fue pésima. Las tapas estaban frías y secas como la suela de un zapato. Costaba masticar tanto el pollo como la tortilla que estaba dura como una piedra. Además me sirvieron una pseudohamburguesa cruda.
Simplemente, decepcionante. 50 minutos para que nos sirvieran unas patatas bravas, de bolsa y además con muy poca salsa. A la hora de decírselo al camarero nos dijo que habían 6 mesas por delante habían como mucho 10 personas en el restaurante cenando. Después de esto, 1 hora y 20 minutos para traernos las hamburguesas, además en tiempos dispares, y por más inri se equivocaron de hamburguesa habían 3 en carta, y 1 ni la tenían disponible. En resumen, 15 euros tirados.