Reseñas
Ante la duda de si ir o no a este sitio tan bien valorado en el centro de Madrid, mi respuesta es un sí rotundo. Tenía el miedo de que los precios fueran desorbitados, pero es un precio acorde a la calidad y el sabor del productor. Las croquetas son espectaculares y poco se puede decir ante la tarta de queso, ¡MARAVILLOSA! El trato ha sido increíble por parte del personal, sobre todo destacar a Jose el cocinero, que es el "culpable" de esas comidas tan sabrosas. Repetiremos sin ninguna duda :
La comida está rica y el personal es amable. Hubo mucho retardo entre primeros y segundos tanto que reclamamos los segundos. Tortilla y pulpo muy ricos. El rape espectacular, aunque 34€ son muchos euros, y las verduras eran un poco flojas. La tarta de queso buena, pero no de mi gusto. A lo tonto, el cubierto con bebida te puede salir fácilmente por 60€ por persona.
Da igual si vas por una cerveza, a comer o cenar. Es un lugar sorprendente, la comida deliciosa y el servicio muy cercano. Recomiendo las verduras con queso viejo, cualquier pescado o marisco y sus maravillosos vinos en garrafa!
Situado al lado del Museo Reina Sofía, fuimos a comer ahí por recomendación de unos amigos y la experiencia fue muy buena. Todo lo que pedimos estaba muy rico, destacando sus alcachofas. Repetiremos en futuras ocasiones para probar más platos de su carta
Tenia dudas sobre este lugar, por las reseñas negativas que han puesto Mi opinion es la siguiente: 1. Trato de las camareras muy vueno, nis aconsejaron en todo y un servicio rapido 2. La comida espectacular. Haciendo mencion al pulpo a la gallega y la tortilla El chuleton de vaca vieja, bueno, pero nada reseñable. Incluso mal presentado al llegar frio. Las filloas y la tarta de queso espectacular 3. El salon acogedor salon o pazo, pero como no reserves es imposible encontrar mesa ya que es muy pequeño Resumiendo sitio muy recomendable para comer/cenar/tapear priductos gallegos a buen precio
La verdad es que tanto la atención como la comida estuvieron estupendas. Todo lo que pedimos, tanto de comida como de bebida, estuvo a la altura. Especial mención a las cocretas de lacón y, sobre todo, al rodaballo. Las filloas no me convencieron, pero es lo que tiene ser un purista: al final las prefiero fritas y rellenas de crema, pero eso no es culpa del cocinero, sino mía. Por poner un pero, a la hora del cambio de servicio todo se ralentizó bastante y tardamos en los postres y en pagar un poco más de lo debido, pero eso no lo quita ni media estrella. Toca repetir, y pronto.
Quisimos cenar verduras y fue muy buena elección: alcachofas y tirabeques muy bien cocinados. Completamos con cerveza 1925 y de postre una tarta De Santiago casera con helado de vainilla riquísima. Buena relación calidad precio y el servicio muy ágil y atento. Vamos a menudo a este restaurante gallego.
Muy muy bueno. Algo caro para las cantidades de las raciones. Pero vale la pena... Bien ambientado y grande.
Se come muy bien, mucha calidad y muy bien preparado, pero la atención ha sido espectacular. Nos han hecho sentir súper mimadas!
Buen lugar y buena atención. Fuimos a tomar unos cafés y probamos la tarta de manzana y está buena, lleva un helado con frutos secos en su interior.