El Pedal

Decepcionante. La camarera bastante borde. No tenían muchas cosas disponibles de lo que tenían para comer en la carta. Los precios de las cervezas de tirador, bastante altos. El baño era compartido para hombres y mujeres, y no tenía pestillo o estaba roto. El local no es que sea una maravilla de bonito y limpio. No creo que repita. Como positivo , tienen variedad de cervezas y la tosta de queso de cabra, buenísima.

Es un local en el que la camarera y la cocinera son muy majas y atienden muy bien! En nuestro caso probamos la cerveza artesanal IPA, muy rica pero un poco cara! También pedimos algo de comer y nos decepcionó el hecho de que de la mitad de la carta no tenían productos papás arugadas, nachos, etc. Eso si, íbamos con un poco de prisa y la cocinera nos explicó exactamente lo que tardaría en preparar los platos y lo cumplió! Pedimos el hummus, que para nuestro gusto tenía poco sabor y demasiado aceite, pero por el precio que tiene 5€ estaba bien! Por otro lado, pedimos la tabla de ibéricos, en la que la cecina ahumada estaba espectacular, cosa que no se puede decir del otro lado de la tabla! Pese a esto, seguramente volveremos para probar más de sus puntos fuertes, las cervezas!

Cervezas artesanales y tapas riquísimas. Los camareros te asesoran entre todos los tipos de cerveza que tienen, si no conoces alguno o te gusta un tipo de cerveza concreto. A demás de la gran variedad de grifos que tienen puedes elegir cervezas en botellín o lata de los dos refrigeradores. El baño es unisex y el establecimiento en general está limpio, la terraza se les queda pequeña porque es un sitio genial.

Si te gusta experimentar es un sitio acogedor donde te van a ofrecer cerveza artesana hecha por ellos. La camarera que nos atendió un encanto, nos dió a probar varios chupitos de cerveza para que eligiéramos la que más nos gustará. He de decir que a mi no me gustó ninguna, soy clásica en la cerveza y esos sabores no me van mucho,pero insisto hay que probar.

Elegimos ir en la ruta de tapapies por las patatas revolconas que ofrecían. .. FRACASO! un trozo de patata aplastada con un saco espolvoreado de pimentón picante y un torrezno de maíz inflado insípido ... como colofón nos colocan la cazuela sin quitarle la etiqueta del chino, sin lavar Vaya!! Y para colmo..no tenían el botellin de la tapa .... menudo cerdaco el que elaboró las cosas, no lo recomiendo.... Eso sí, las lámparas muy originales oiga! Una estrellita por esas lamparitas! !

Todo un clásico de Lavapiés. Lo más destacable es que tiene una nevera con una selección de cerveza artesana además del clásico grifo. Puedes picar también algo de comida. Ambiente típico de la zona.

Muy agradable. Cervezas artesanales y raciones para picar.

Fuimos este fin de semana porque nos habían recomendado su carta de cervezas artesanas. Tienen buena selección tanto en nevera como en grifos pero el servicio deja bastante que desear, lento y sin conocimientos del producto para un bar especializado en cerveza artesana. En general se nota descuidado... mobiliario viejo, baño sin cerrojo y sin papel... No se puede pagar con tarjeta, lo que también es un fastidio. No repetiremos.

La carta de cervezas artesanales es amplísima, y te asesoran en base a tus gustos o te dan a probar muestras si te proponen arriesgar con una nueva apuesta. La gente que lo lleva es encantadora y divertida, y hasta se puede comer algo! Recomendable pedir su cocido o las fabes para acompañar tu cerveza.

Al menos hoy no tenían más que 5 cervezas distintas pinchadas, supongo que por ser agosto, pero salvo que pillaras algo en botellín o lata, no había gran cosa.