Patas de Gallo

Fantástico. Tropezamos con este restaurante por casualidad, nos decidimos a entrar y fue una experiencia realmente buena. El sitio es muy vistoso, bien decorado. El personal es muy agradable y al atenderte no reparan en detalles en cuanto a los ingredientes y explicar la confección de los platos. Hablan varios idiomas. Tienen una pequeña bodega con una amplia carta de vinos. Platos tremendamente originales y todo estaba jodidamente bueno. Hasta el postre fue espectacular. Lo recomiendo muchísimo!

El local se encuentra en una calle poco transitada del centro y te sorprende nada más entrar por su decoración y el clima que esto crea. Cuentan con una muy buena carta, es perfecta ya que no es demasiado extensa, pero si suficiente como para abarcar todo lo necesario para sorprender. Buenos vinos, cervezas artesanas, la cocina elaborada y exquisita y el precio inmejorable. Quiero destacar especialmente, que en todo momento, la atención ha sido estupenda, nuestra camarera, Verónica, nos ha recomendado, orientado y ha hecho que la experiencia haya sido, si cabe, aún mejor. Bravo y enhorabuena Patas de Gallo ;

Un trato de 10, los platos muy sorprendentes y deliciosos y para rematar, nos aplicaron el descuento de el tenedor sin corresponder por la hora de la reserva. Un sitio genial que no te deja indiferente. Indispensable pedir las croquemoles. Repetiremos sin dudar.

Es la primera vez que voy y no será la última, me ha encantado además el dueño encantador y no ha aconsejado varias cosas. Os dejo unas fotos de lo tomado. Si estáis en Sevilla no dudéis en probarlo.

El dueño y el personal es muy cercano y atento. Recomendable tanto por la calidad de la materia prima, así como el cariño que ponen en sus platos y en la decoración del local. Destaco la innovación en cuanto a los platos así como la presentación súper original y cuidada. Se merecen todo el éxito del mundo. Recomendable 100%.

Fue un descubrimiento encontrar este sitio. La decoracion muy especial y el servicio muy amable y cercano. Respecto a la comida no me sorprendió nada pero estaba todo bueno y equilibrado. Me gustó bastante el paté de Ave y las croquetas tenian el rebozado perfecto. Quedé con las ganas de probar las croquetas de guacamole, pero volveremo¡¡¡

Pues el sitio es agradable y la atención es buena, pero no me convencieron los platos ni en cantidad ni en calidad. Los croquenoles efectivamente están fríos por dentro y me es imposible destacar ninguno de los 8 platos que pedimos. Si un bar del centro está casi vacío un viernes a la 10 de la noche, es que algo no va bien.

Qué sitio tan agradable. La comida rica y raciones razonables. Llama la atención la decoración acogedora en un local con mucho sabor añejo, pero con elementos decorativos con imaginación. Tomamos el flamenquín, buñuelos, chicharrones de atún y el taco pulled pork. Todo bastante bueno y rápido. Tienen una selección de vinos interesante. Ninguna referencia habitual salvo López de Haro. El servicio súper agradable y muy cordial. En las mesas se pueden pedir tanto tapas como platos, y puedes elegir entre sentarte en mesa o en taburetes. Los niños se entretienen con la decoración alguna referencia a Harry Potter por ahí y aunque no lo pone la carta, les pueden hacer un filete de pollo con patatas y ellos tan contentos. A mi me ha encantado, qué queréis que os diga. Precios súper razonables Ah! Y chupito de regalo!

Es un sitio curioso, diría que síndrome de Peter pan es muy cercano. Pero es que tiene su encanto, porque entras y cada cosa que ves te trae un recuerdo. Mientras esperas comida y bebes estas todo el rato sonriendo por lo que las paredes te recuerdan, y luego, la comida no es cara, por la zona hay verdaderos careros. Y es muy original, os recomiendo la visita, y las chicas son muy agradables, teniendo en cuenta que es difícil/imposible aparcar.... Pero como todo en el centro, no es difícil llegar. Hasta los postres podeis disfrutarlos. Totalmente recomendado.

Ir con espectativa alta y salir más que contento de un sitio es un logro del que pocos negocios pueden presumir, así resumiría la visita a este pintoresco y genial bar/restaurante. Patas de Gallo se encuentra ubicado a medio camino del centro de Sevilla y el puente de Triana. El local logra evocar geniales recuerdos de nuestra infancia nacidos en los 80 hacia atrás y sorprender a partes iguales a la gente más joven por la personal decoración que tiene el local en el que encontramos una gran cantidad de artículos y artilugios de lo más particular cinexin, shinchan, paredes empapeladas en comics de los 90 de Marvel y de star wars, teléfonos analógicos y un largo etcétera y por otro lado encontramos artículos de decoración creados por la inquieta mente del dueño Felipe, un anfitrión realmente atento y preocupado por el bienestar del comensal dando un trato muy profesional y personal al igual que la camarera que nos atendió en sala aquella noche , unos artículos creados reciclando otros materiales como cajas de cartón de vino o latas de cartón, ciertamente es imposible describir todo lo que aqui puedes encontrar ... Pero sin duda sorprende y gusta mucho! Cuentan con una extensa vinoteca creo recordar que más de 100 referencias, recomiendo encarecidamente que os dejéis aconsejar y todo tipo de bebidas alcoholicas y refrescos para acompañar la comida, pusieron unas aceitunas muy ricas de aperitivo con la bebida y los platos probados fueron: Croquemoles : unas croquetas de guacamole realmente sorprendentes de buenas acompañado de pico de gallo Crema de patata violeta con crujiente de trompeta de la muerte : un plato que sorprende por su color tanto por la combinación de sabores , a mi me transportó a un bosque en otoño... Buñuelos de bacalao y algas : una fritura muy bien hecha con una buena esponjosidad Garbanzos con langostinos: un guiso con un punto de picante muy bueno y un sabor potente y muy muy ricos Tataki: de presa ibérica con una cama de cous cous y sal negra , la carne era de una calidad sublime con el punto justo de salinidad y combinando a la perfección con el cous cous. Muerte por chocolate: postre perfectamente ejecutado saciando la voracidad de cualquier buen chocolatero En resumen un lugar con mucho encanto que hay que ver in situ porque las palabras quedan cortas para decir lo que allí vas a ver , anfitriones de categoría top y una calidad de lo más alta en la comida y vino, repites SEGURO