Desde 1953 cerca de la Mar de sus historias y sus tradiciones.La solidaridad de sus gentes y como punto de partida la explosión del vapor Cabo Machichaco
El 3 de noviembre de 1893, el Cabo Machichaco, después de haber pasado la cuarentena en el lazareto de Pedrosa, ya que se habían dado varios casos de cólera en Bilbao, estaba atracado en el muelle saliente llamado número 2 de Maliaño, ubicado justo frente a la actual calle de Calderón de la Barca. Entre otras mercancías que había en el barco, como harina y material siderúrgico, también transportab...a varios garrafones de ácido sulfúrico en cubierta y algo más de 51 toneladas de dinamita, de cuya existencia no se había dado parte, o bien fue omitido por las autoridades portuarias.
La dinamita era procedente de Galdácano, y su destino eran los puertos del Sur, excepto 20 cajas que eran para la ciudad de Santander. Según el reglamento del puerto de Santander, cualquier barco que transportase dinamita debía realizar sus operaciones de carga y descarga en el fondeadero de la Magdalena o al final de los muelles de Maliaño, localidad del actual municipio de Camargo.
Aproximadamente a la una y media de la tarde, las autoridades locales recibieron la información de que se había producido un incendio a bordo del Cabo Machichaco, que se intentó apagar con los pocos medios disponibles del barco, los de los bomberos, que al parecer también eran algo escasos, y los del gánguil de la Junta del Puerto. Ante esta situación, la mayoría de las autoridades locales y técnicos se involucraron en el incendio para tratar de sofocarlo. El incendio, que se originó en la cubierta y después se extendió por las bodegas de proa,surgió como consecuencia de la explosión de una bombona de vidrio con ácido sulfúrico.
Cabe destacar que también acudieron a prestar su ayuda las tripulaciones de los barcos que se encontraban fondeados o atracados, como el vapor correo Alfonso XIII, que había llegado el día anterior a Santander tras su primer viaje a Cuba. El capitán de este buque, Francisco Jaureguizar y Cagigal, y el capitán subinspector Francisco Cimiano, ordenaron que el vapor Auxiliar nº 5 (propiedad de la Compañía Trasatlántica Española) ayudase a extinguir el incendio.De esta forma embarcaron en el Cabo Machichaco, junto con numerosos tripulantes del vapor Alfonso XIII. También acudieron para ayudar en la extinción del incendio las tripulaciones de los demás buques que estaban en Santander, entre ellos el barco francés Galindo, el inglés Eden, y el transatlántico español Catalina (propiedad de la Naviera Pinillos). Pachín González, un tripulante del Catalina, sería el protagonista de la novela homónima del escritor José María de Pereda.
El vapor Alfonso XIII, construido en 1889. Parte de su tripulación participó en la extinción del incendio en el Machichaco aquel 3 de noviembre. Debido a la explosión fallecieron 32 tripulantes de este barco, incluido su capitán, Francisco Jaureguizar y Cagigal.El fuego atrajo multitud de curiosos, que, ajenos a lo que había en la bodega, contemplaban el fuego. A las cuatro de la tarde, con el incendio todavía presente, se supo el contenido de la embarcación. A pesar de ello, el público no fue retirado de la zona por las autoridades.
Una hora después, las dos bodegas de proa estallaron. La explosión produjo una gran tromba de agua de miles de toneladas, arrastrando a muchas personas al mar.La onda expansiva se propagó por toda la bahía.Algunos edificios cercanos se derrumbaron. Cientos de fragmentos de hierro salieron disparados a varios kilómetros de distancia. La magnitud de la explosión fue tal, que un calabrote llegó hasta la localidad de Peñacastillo, a 8 kilómetros de distancia, y mató a una persona.Una ermita medieval situada en la mies de San Juan de Maliaño (a varios kilómetros de distancia), no pudo resistir la onda expansiva de la explosión y también se derrumbó. Todos los que subieron al barco, incluidos 32 tripulantes del Alfonso XIII y el capitán del mismo, Francisco Jaureguizar, dejaron su vida en la explosión que se produjo.
El resultado de la explosión fue de 590 muertos y 525 heridos,aunque otros citan unos 2.000 heridos.Cabe destacar que en aquel momento había 50.000 habitantes censados en la ciudad de Santander.Fallecieron la mayor parte de las autoridades civiles y militares de incluido el gobernador civil Somoza (su bastón fue encontrado en la playa de San Martín, a miles de metros de distancia),además de bomberos, trabajadores y curiosos que se habían acercado para observar cómo ardía el barco
Agregue este mapa a su sitio web;
Utilizamos cookies y otras tecnologías de seguimiento para mejorar su experiencia de navegación en nuestro sitio web, mostrarle contenido personalizado y anuncios dirigidos, analizar el tráfico de nuestro sitio web y comprender de dónde provienen nuestros visitantes.. Política de privacidad