Restaurante Balandret

Hemos ido por una comida familiar,y la verdad que me he llevado una grata sorpresa. Hemos estado en interior y se estaba genial con el aire acondicionado. Me ha gustado mucho tanto la decoración, el ambiente como el trato de los camareros. Servicio rápido. Comida exquisita. Presentación genial.

Un buen sitio para ir a comer o cenar, a pie de playa en el paseo Neptuno de Valencia con salón dentro y fuera del local. El servicio es muy agradable y siempre dispuesto. Es curioso ver como los turistas se meten una paella para cenar . Como he dicho, un buen sitio al que merece la pena ir y más si vienes en verano.Comida: 5/5

En la famosa playa de la malvarrosa y ya conociendo algunos de los restaurantes mas populares de la zona, decidimos probar y fue un acierto. Entre semana dispone de un magnifico menu de 25 euros muy completo, eso si, la bebida a parte. El arroz abanda que tomamos estaba de 10 y el servicio y la atención excelente!

El restaurante es buena, tiene una zona infantil para los niños en la zona interior desde el lateral derecho y la calle central se ve perfectamente. La comida está bien, tiene menús para eventos que van desde los 46€ a los 62€ persona, tienen menú de niños y extras como decoración, barra libre, música, etc. Como el resto de la zona. Al ser una zona turística y con gran punto de afluencia te recomiendo reservar y venir pronto ya que una reserva a las 14:30 tienes probabilidades de esperar mucho ya que tendrán como en todos los sitios de playa saturadas las comandas cuando os decidáis a pedir. Los arroces están bien, sin desmanes pero sin ser tops, tienen algún plato realmente bueno. Sobre todo reconocer que tienen muy buenos caldos para tomar junto a la comida. La decoración está muy bien. Si es un evento privado de unas 20 personas tienen una sala de reservado. Si sois más siempre será abajo recuerda que aunque te bajen las persianas en la sala principal para un lateral, tienes privacidad limitada y si coges dos de las tres calles o toda la sala interior, seguirán pasando los clientes de terrazas para ir al baño. El servicio está bien, algunos camareros con más experiencia y alguno con menos pero por número está bien e intentan dar el servicio correcto con la limitación de espacio y cola de pedidos. Llegar a acceder a las mesas finales pasando por el pasillo angosto que les queda, dificulta el trabajo, aconsejo guardar las prendas delicadas en las partes de dentro y las americanas si es una celebración puestas al revés en la silla, si accidentalmente se produce un derrame de bebidas o comida lo agradecerás. La zona de juegos le da un plus, al igual que las vistas y la posibilidad de un paseo por la playa post comida. Los baños disponen de uno con cambiador de bebés independiente al resto. Son amplios y de reforma actualizada acordé al hotel. Para aparcar te recomiendo ir al de debajo del veles e vents a 100m, el parking subterráneo de al lado es muy caro y en la zona superior los gorrillas y los coches en doble fila lo complican todo. Por último como consejo cambiaría el sensor de luz del baño, que al estar en la entrada de la puerta se enciende bien cuando entras, pero cuando vas con niños y tardas más de la cuenta salta y te quedas a oscuras mientras te lavas las manos y te toca salir a la puerta para que se active de nuevo y acabar. También de vinos y cervezas es excelente pero les falta Pepsi/coca cola zero zero, al menos en la época de BBC donde más embarazadas y lactantes pueden ir y no tenían. Recomendable para comuniones y bautizos no muy grandes, en un entorno bonito en decoración y con la playa al lado. Lo mismo para comer o cenar eso sí siempre con reserva y pidiendo antes de la hora crítica y el cuello de botella en cocina, para que la espera y la saturación de los camareros te fastidien la experiencia. Admisión de niños: Tienen zona infantil para dejar a los niños.

Lugar frente a la playa. Personal atento y simpático y la comida...FANTÁSTICA, el arroz buenísimo, también pedimos unas puntillas de entrante y las acompañamos del alioli que la verdad está muy bueno. De tapa nos pusieron unas anchoas exquisitas. Dimos con el lugar de casualidad, el mismo dia me reservaron mesa y pedi sitio para la terraza porque fuimos con nuestro cachorro y no nos pusieron ni una sola pega. Nos vamos encantados por la calidad de la comida y la atención recibida por parte del personal.

Valoración General de un 6 / 10 - Precio €€€ - Servicio Bueno - Comida media Por primera vez, tras muchas ocasiones me ha decepcionado. Desde el inicio de la pandemia que no había vuelto y el cambio ha sido bastante frustante. El Balandret era un restaurante que tenía prestigio por los arroces y sin embargo, en esta ocasión el arroz ha dejado mucho que desear. Decidimos encargar un arroz negro y en la mesa de al lado "una paella valenciana". Tras 1 hora comiendo tranquilamente con un servicio muy atento por parte del camarero, nos sacan ambos arroces. Nos sacan un arroz negro, con buena pinta a priori, pero que reposaba sobre una balsa de aceite cómo se puede ver en la foto. El sabor era una mezcla de aceite frito de pescado y arroz crudo. En un primer momento pensé en una mera casualidad, pero, al mirar a mi alrededor, me fije en que todos los arroces tenían el mismo problema, tenían charcos de aceite. Por otro lado respecto a la diversificación del producto, no lo recomendaría para una persona intolerante al gluten que quiera probar rebozados, no trabajan otros tipos de harina. Eso nos indicaron las veces que fuimos. Solo podrás probar mariscos ensaladas o pasar directamente a los arroces. Sin embargo centrándonos en los entrantes o en los postres, los recomendaría todos para poder probar una gran variedad de productos locales.

Todo excelente desde la anfitriona que anota la reserva y te recibe hasta el Súper camarero Vasile una persona increíble, la atención y sentido del humor extraordinario. La comida exquisita, el ambiente agradable y el local hermoso e impecable, lo recomiendo 100% no se arrepentirán el costo un poco alto pero la presentación de cada tapa y plato extraordinaria.

Nunca me habían puesto la cuchara a la izquierda del plato y el tenedor junto al cuchillo en la derecha para comer un arroz meloso de cangrejo... Pero la comida estaba deliciosa. Comer al sol en invierno es uno de esos pequeños lujos mediterráneos que se incluyen en la carta. La relación calidad/precio/ubicación no decepciona.

No vayáis. El servicio muy caótico, tardan mucho en atenderte y para cosa que quieras pedir aunque sea mas agua es mínimo 15 minutos de esperar. La comida muy standard, pedimos unas puntillas, una paella Senyoret y dos postres y muy sin mas, que para lo que vale no merece, no esta malo pero hay sitios mejores y a mejor precio. Ademas te clavan 8 euros por un trozo de pan con un poco de alioli y tomate, patético. Por decir algo bueno, el lugar estéticamente esta muy bien, y buena localización a pie de playa.

Excelente calidad y súper amable atención por parte del personal! Paella de bogavante NO MELOSA, exquisita! Lo recomiendo 100%