Santa Clara

Lugar agradable, gente amable, tranquilo. Tiene una terraza impresionante. La comida, sólo tapeamos, un poco justa y cara. Los postres no bajan de 8 euros. No están mal, pero a estos precios no. Sólo es una opinión.

Fuimos a parar a éste restaurante casi por error pero fue un gran acierto. Un espacio interior amplio y muy bien acondicionado en todos los sentidos. La terraza es incluso más recomendable. El servicio es muy bueno. La comida está muy bien y los precios no son baratos pero están acorde con todo lo anterior y con la zona donde se encuentra. Una buena experiencia pese a no ser nuestro ambiente.

Sitio donde comer muy bonito, y se come muy bien, sobre todo las paellas y fideuá, porque los platos son muy caros y poca cantidad, por eso recomiendo fideuá o paellaComida: 4/5

Durante mucho tiempo había sido un referente para nosotros. Local con una terraza muy acogedora y buena comida para compartir. Esta última vez fue un poco decepcionante, los platos no nos sorprendieron excepto el pulpo que estaba tremendo, los otros platos estaban poco elaborados y el precio bastante elevado para lo que comimos, teniendo en cuenta que éramos 2 personas y todo para picar con 4 copas de vino y postres un total de 100€ me parece exagerado y más en los tiempos que corren. Nos lo pensaremos a la hora de repetir. Eso sí, los dos camareros que nos atendieron fueron muy simpáticos y serviciales

El sitio está muy bien. Agradable terraza, y acogedor interior. Solo tomé un café, así que respecto a la comida, no puedo decir nada. El servicio deja bastante que desear. Los camareros gritan mucho entre ellos, y me costaba oír a mis compañeros cuando hablaban. No paraban de sonar teléfonos de gente del personal todo el rato. Ya para colmo, una trabajadora de limpieza empezó a aspirar todo el suelo, haciendo ya imposible mantener una conversación. Eran las 12 de la mañana, no entiendo la necesidad de limpiar a esa hora, y encima con una aspiradora. A las 12:15 nos dijeron que necesitaban la mesa las estaban preparando para la comida y nos pidieron si nos podíamos mover a fuera o a un salón interior. Literalmente no había ningún otro cliente. No entiendo por qué no podían dejarnos estar allí y, si de repente entraban 50 comensales a la vez, nos pidiese que liberemos la mesa. Al pasarnos de los 15 minutos, nos trajo automáticamente la cuenta. Yo trabajo en un bar y estos detalles me han dejado un poco impactado. Puedo esperar este servicio en otra clase de sitios, pero no en uno donde te cobran 3.5€ por una cerveza o 7€ por unas bravas...

Sitio discreto, calmado y amplio. La comida es cuidada y se disfruta con tranquilidad. La terraza es excelente en verano y la zona chimenea, acogedora y sin agobios en invierno. El precio es lo único que puede sorprender, ya que no es barato. Pero la calidad y el cuidado de los detalles se pagan.Comida: 4/5

LOCAL: muy amplio con una barra en el centro con toques de madera blanca. Tienen una terraza exterior y una parte tapada muy grande y donde se está realmente muy agusto. TRATO: espectacular, muy amables y muy atentos al servicio. COMIDA: en este caso hicimos el menú ejecutivo que tienen, de alta calidad de materia prima: pedimos los TOMATES DE TEMPORADA RELLENOS DE CREMA DE BURRATA espectacular y el BONITO DEL NORTE A LA BRASA. Hacen un mousse de chocolate realmente rico, pedirlo! LO RECOMIENDO Y REPETIREMOS!

Terrible trato de uno de los camareros. No nos dijo el nombre porque no nos dió tiempo ni a sentarnos. Imaginaros. El camarero era extranjero, parecía italiano por su acento. Tiene su turno el martes por la tarde. Nos habló con un tono muy vacilón e inapropiado cuando le dijimos que llevabamos un rato esperando en la entrada a que nos dieran mesa. “Te esperas un rato, dos ratos o tres ratos si hace falta”. Así, de repente. “Uno no entra en la casa de alguien sin llamar”, siguió diciendo medio gritando. Le dijimos que nos hablara bien pero siguió levantando la voz, así que nos fuimos. Algún impropio le solté mientras me iba. Poco me parecio por cómo nos había hablado de primeras. Otro restaurante para la lista negra.

Si buscas un lugar tranquilo,elegante,diseñado con gusto y con espacios versátiles en plena Barcelona ves al Santa Clara.Idesl para tomar una copa o para comer,para una saluda en pareja o pequeño grupo como para acoger grupos grandes trabajo,amigo,actividad sin perder el ambiente íntimo del encuentro.Servicio muy profesional,agradable y correcto.Carta correcta y puedes sugerir que te preparen menus para grupos.Sin duda para repetir.

Un lugar precioso, cuidando hasta el mínimo detalle de decoracion. Decidimos estar dentro y nos llamaron la atención las mesas con unos sofás que son muy cómodos. El trato del personal fue excelente, nos sentimos muy bien atendidos en todo momento. No le damos las 5 estrellas por la comida, quizás no acertamos con los platos. Pedimos mejillones al vapor para compartir que estaban buenos. De segundo yo pedí magret de pato que también estaba bueno, pero mi pareja pidió arroz y la verdad que dejaba mucho que desear. Además lo presentaban directamente con alioli cosa que nos extrañó porque lo solemos asociar más la fideuà. Salvo este pequeño detalle, todo genial, así que sin duda repetiremos.