Slow Mex

Uno de los mejores sitios para comer en Montecarmelo. Tapas originales, pero sin ser nada extravagante, respetando siempre el producto y realmente buenas. Especialmente nos gustan mucho los tapas de calamares verdes fritos, el risotto de calabacín y el pulpo a la brasa. Y como platos principales, el tataki de atún y las mollejas también está de lujo. Buen local y buen servicio. Lo dicho, para nosotros de lo mejorcito del barrio.

Estuvimos agusto y cómodos pero a la comida le falta calidad y rapidez. Los platos intentan sorprender pero no lo consiguen. Esta todo bien presentado pero no responde con lo que t ponen. L tataki estaba bueno. Los chipirones, el keso y las croquetas estan bien fritos pero les faltaba gracia. El flan de queso estaba bueno. No creo k todo esto responda a la filosofía dl slow food.

La cantidad es un poco escasa para el precio de los platos. La cocina es buena, pero no tanto como aparenta. La atención correcta y agradable y el sitio bastante atractivo. Los libros son de mentira.

Tapas originales, un poco por encima de la media también en precio. El local es muy accesible hasta para ir con carros de bebé y si hace sol disponen de terraza. Ah, un poco de paciencia, porque a veces la filosofía slow se aplica también al servicio.

Si quieres variar un poco, está bien. La comida no defrauda. Pero no para ir dos a menudo. Pero como digo, para cambiar y tomar unas tapas distintas, lo disfrutas