Reseñas
Local situado en la Plaza Mayor, en pleno centro de Madrid. Fuimos a comer el típico bocadillo de calamares y cerveza. La bebida bien, pero la comida mediocre: el plan muy blando y los calamares de bolsa. El servicio, para la gente qué hay, es bastante eficaz, está bien organizado y se lo curran para ser rápidos, es por esto por lo qué pongo 3 estrellas. La comida podría mejorar mucho, además resulta muy caro para lo qué ofrecen 3,9€ la caña; 3,5€ el bocadillo de calamares
Este es un bar clásico en la plaza mayor. Estuvimos la semana pasada unas amigas y yo después de la tamborrada del domingo de resurrección; y Ordenamos el tradicional bocata de calamares y estaba delicioso. El lugar estaba lleno pero nos hicieron un espacio. Quien nos atendió Luis muy amable y agradable y a pesar de que había mucha gente, nos sirvieron relativamente rápido. Nos gustó mucho y volveremos a probar otros platos que se veían y olían deliciosos!! No entiendo por qué tan malos reviews; pero definitivamente cada experiencia es única y muy personal. Así que basada en mi experiencia personal, la cuela fue muy buena, lo recomiendo
De lo peor que he comido en españa. Solo rescato la ubicación. Mala atención, caro, la peor bocata de calamar de mi vida, las rabas parecían hervidas antes de freir. La tortilla española sin chorizo y con muy poca cebolla. Olvidable.
Muy atentos, nos pedimos un bocata de calamares y una cocacola y nos costo 16€ para dos personas.
El mejor lugar del mundo. La comida deliciosa, el servicio espectacular. El camarero Joel es el mejor de todos. Deberían aumentarle el salario y el puesto.
Todo genial, variedad de comidas, tanto típicas como no… Una atención encomiable. Joel, un camarero excepcional y competente, atento permanentemente a sus clientes, con humor y alegría. Repetiremos sin dudarlo.
El camarero muy simpático. La comida tardo muchísimo en llegar pero el camarero supo calmar el ambiente. Feliz cumpleaños Joel. El café llegó como lo pedimos incluso el frío y en vaso.
Tamaños de bocata distinto para cada cliente, tamaño adecuado para un montado. Sin baño, te dicen que tienes que ir al lado, además de desplazarte, el baño está en mediocres condiciones. El camarero mediocre, limpiándose los mocos con el uniforme.
Bar agradable en el centro de Madrid. El camarero que nos atendió, Javier se llamaba, muy atento y simpático. Tuvimos un buen trato. Volveremos.
El bocadillo no estaba malo, probablemente sea porque los guantes del camarero, además de tocar los calamares han manipulado también el jamón, las bebidas y el dinero de todos los clientes. En definitiva una explosión de sabores inigualable. Asqueroso, poco higiénico y difícilmente comparable.