Reseñas
El lugar perfecto para todas las ocasiones, hemos venido a desayunar, al brunch a comer y a cenar y nunca nos ha decepcionado. Para comer el arroz en lata y las navajas son muy buena opción. Han sabido mantener la esencia del restaurante, lo que lo hace muy especial.
Un lugar con un encanto especial, desde que entras por esa puerta giratoria de madera te transporta a otra época. Todo impecable una decoración cuidada al detalle digna de cualquier película. Y si vais al lavabo os encontraréis una sorpresa. Yo tuve el placer de desayunar allí y, a la hora del almuerzo probar sus conocidas y emblemáticas patatas bravas, receta propia las cuales me parecieron exquisitas. En cuanto vuelva a Madrid, no dudaré en perderme por allí para degustar algún que otro plato más.
Ya he ido dos veces y todo muy bien. Las dos veces ha sido para un concierto. Habilitan una zona de arriba que tiene un pequeño escenario. La comida muy rica, las bravas nos encantaron. La ensaladilla muy rica.
Iba a este café hace 30 años cuando era un café y no el restaurante que es ahora. Aunque no mantiene la decoración, mantiene el encanto de entonces. Estás comiendo y ves la plaza de Bilbao. Eso es insuperable. Quedan también las columnas forradas de madera y las mesas de mármol negro. Encantador. La comida está bien, carta amplia incluida la de vinos. La atención un poco nerviosa y como empujándote a que termines cuanto antes para doblar la mesa. Nada que ver con lo que fue este café, que podías tirarte toda la tarde con un chocolate y nadie te decía nada.
La comida está muy rica en general, especialmente la ensaladilla y las croquetas. Precio medio: 30-40€ con entrantes, postre y un plato principal por pesona. No puedo poner más de tres estrellas al servicio por la espera en la atención.Comida: 5/5
La última vez que fui a Café Comercial me gustó muchísimo más. Hoy hemos estado tomando un bruch y la verdad que la comida estaba bien pero el personal ha dejado mucho que desear. Primero según nos sentamos ya nos dices que a las 14:15 tenemos que dejar la mesa porque la tienen reservada teniendo nosotras la reserva hecha a las 12:30 Segundo le pedimos al camarero que para las tortitas nos trajera chocolate pero al traérnosla una persona quería nutella a lo que el camarero puso mala cara y resoplando dijo que ahora la traería no la trajo Tercero nos trajeron la cuenta a las 14:00 y nos dijeron que teníamos que dejar ya la mesa que habían llegado los otros comensales cuando todavía no estaban porque no había nadie
La decoración del local está muy bonito. Durante la cena La planta de abajo es con música y ambiente, la de arriba más tranquila. Los precios me parecen un poco elevados para la comida y la calidad, pedimos unas navajas que no estaban nada buenas, pequeñas y duras. Como reseñable los postres, la tarta de chocolate estaba divinaaaa así como la torrija; la tarta de queso no nos encanto tenía poco sabor a queso y más a flan. La atención por parte de la camarera fue excepcional.
El ambiente del restaurante sobre todo en la parte de arriba es agradable y tranquilo. La atención ha sido muy buena, la comida bastante normal, las navajas estaban frías y eran pequeñas, las verduras no se le notaba el sabor a trufa que dice tener, la cheesecake muy bonita presentada pero con poco sabor. Se podría destacar el pulpo y el steak tartar. De precio es caro.
Para ser considerado uno de los mejores sitios de Madrid para un Brunch ha sido una experiencia algo decepcionante. La comida muy buen y el local y su ambiente también. Esperas un servicio mejor para un Brunch de 28€. Hemos tenido que estar reclamando parte de lo solicitado una y otra vez. El personal atento pero un servicio en mesa deficiente. Una pena porque la comida y el sitio es agradable.
Fuimos a tomar un brunch que habíamos reservado por Fever y la verdad es que nos sorprendió. Mucha cantidad de comida, en general todo estaba bueno y el servicio muy rápido y amable. Precio 28€ por persona.