Reseñas
Un buen restaurante para tapear, comer y cenar. Excelente producto, buen servicio y el local está muy bien decorado
Un pequeño tesoro de Madrid que espero que no pierda el encanto de los comienzos memorables. Paseando por Chamberí nos fijamos en este restaurante mediterráneo decorado con la estética moderna de la década del 2000. Hoy se estila el restaurante con muebles retro, pero el doña conserva el blanco roto tan querido hasta hace apenas un par de años y lo hace de un modo realmente acogedor. Hemos cenado salmorejo, arroz con setas y tratar de salmón. Raúl, el gerente del restaurante y ahora propietario, nos ha deleitado con el talante y buen hacer del gran comercial y empresario que cuida al máximo los detalles y que busca la excelencia. Dos aperitivos, café y postre, licor de despedida, un precio genial y una calidad realmente buena. Creo que este restaurante, ahora con sangre nueva, va a dar que hablar en el futuro y para bien. Recomiendo la visita sin ningún tipo de duda, sobretodo ahora que es poco conocido y uno se siente como en casa, es mas, como un señor!. Por mejorar algo diría que partes del mobiliario y vajilla necesitan renovarse tras años de uso, pero bastante es ya con las nuevas ideas que han entrado en el doña para quedarse. Los arroces excelentes, la ensaladilla hay que mejorarla, el tartar bueno. Volveremos, sin duda.
El local es bonito pero algo frío. La comida buena, sobre todo los arroces, y el trato súper amable. Si tuviera que ponerle alguna pega sería el tiempo entiendo que parte de la demora se debe a las preparaciones de los platos pero son realmente lentos. Punto a mejorar :
Muy bueno este restaurante de la calle Zurbano. Por un lado elegante y por otro... se come muy bien. Muy buenos los arroces. Perfecto para ir tanto en plan familiar como para una comida con amigos y terminar tomando unas copas.
Una decoración impecable, aparcamiento justo frente al local. Cocina Mediterránea, muy bien atendido. Precio Calidad bueno. Para ir en pareja, ya que no se escuchan demasiado ruidos, y hay una buena diferencia entre las mesas.
Este restaurante es una apuesta segura. Carta amplia de arroces, carne y pescados. Excelentes entrantes, muy buen servicio. Todas las veces que hemos ido, todas perfectas. Muy recomendable
Una carta de sabor mediterráneo, por los arroces, que son muy famosos; pero también muy interesantes las entradas, que parecen la apuesta por destacar en la muy abigarrada apuesta gastronómica. Falta un poco de espacio para poder mantener una conversación a gusto y comer con un poco de holgura.
Trato inmejorable y materias de primera calidad. Un acierto para una cena formal.
El servicio bien, el local también, pero lo principal, el arroz, no es sabroso, es salado
Un buen restaurante pero el personal un poco perdidoso