Intrèpid

Bonito y cómodo sitio para tomar algo. Dos vermuts, un paquete de chips y olivas 12,5€. No tienen tapas típicas, ya que es francés así nos lo dijeron. Destacó la atención de la camarera, muy simpática y amable.

De momento sólo puedo hablar sobre el café y la estética del lugar pues no he tenido todavía el placer de comer allí próximamente!. Pero el lugar es muy bonito y acogedor y la chica muy maja.Servicio: 4/5

Fue una decepción muy grande y no volveremos. Desde que cambiaron de dueños en 2021, no ha sido lo mismo. Nos dieron la carta y una vez vinieron a tomarnos nota, nos dijeron que solo tenían disponibles los platos que tenían apuntados en la pizarra menos de la mitad de los que tenían en la carta. La atención de la camarera fue pésima, tuvimos que esperar muchísimo para que nos atendieran y solo había 3 mesas ocupadas. Además los platos no estaban cocinados allí sino que eran comprados en otros sitios y calentados allí lo sabemos porque el recipiente donde nos sirvieron la comida tenía la etiqueta del sitio donde lo compran y por el precio que pagamos no está justificado casi 20€ 40€ en total por persona por 2 cervezas, 2 principales muy pequeños y un entrante para compartir.

Más que satisfecha de la buena atención que te brindan con alegría y muy simpáticos, los platos son una pasada. El sitio es muy bonito y acogedor, entras y al mirar la carta no sabes que elegir por que todo es muy apetecible. Recomiendo al 100% este restaurante aquí dejo unas fotos de los platos que pedimos y es que daba pena desmontarlos de lo bonitos que llegaron a la mesa.

Maravillosa experiencia en el barrio, local decorado con gusto, acogedor, cálido, con una carta no muy extensa pero con platos de calidad seleccionados con mimo. Recomiendo el sashimi de atún y el falso risotto. ¡Brutales!Servicio personalizado, atento, amable y sin esperas. Buena relación calidad precio. Para repetir.

Este lugar es magnífico y excelente, me gusta mucho el mundo de la gastronomía, así que si a ti también, sin duda tienes que venir a este lugar. Recomiendo la burrata, el falso risotto de champiñones, tartar de salmón, el tartar de patata y trinxat, el pollo satay y sin dudar los postres! Esto es un ejemplo de lo que me gusto más, pero personalmente aún me queda por descrubrir mucho, ya que cada X tiempo van cambiado la carta de vinos y de comida! No soy un gran experto en vinos, por lo que en el mismo lugar te van a asesorar como nunca, así tendréis la oportunidad de encajar con el que más os guste, en nuestro caso fué un vino alemán afrutado. Uno de los mejores que he probado. El diseño del lugar es excelente, se nota que tienen muy buen gusto, es un lugar cálido, pequeñito pero muy acogedor, como le decimos en cataluña, “al pot petit hi ha la bona confitura” Sin dudar tenéis que probar este lugar si sois amantes de la alta gastronomia! Os lo recomiendo muchísimo y el staff es de 10! Tengo muchas ganas de volver! Así que nos vemos pronto!

Un lugar interesante con una propuesta diferente. Platos franceses para romper con los bares habituales. Tomamos un variado de quesos muy rico, tostadas con pate vegetariano y un plato de guiso frances que nos sorprendió. Lugar perfecto para tomar unos vinos. Platos vegetarianos: Opciones vegetarianas en la carta

La pequeña terracita está en una esquina bastante concurrida y algo ruidosa. Las raciones son bastante reducidas, pero muy ricas y de buen producto. El servicio es muy atento y rápido. La carta va variando cada poco tiempo, siempre innovando. El punto fuerte del local es la carta de vinos: variada y local.

La comida no es sólo deliciosa sino que original. Combinaciones de sabores muy acertadas. Platos típicos como el timbal de butifarra de perol, el pulpo con base de patata, la ensaladilla de gallina tienen su toque personal que los vuelven únicos. Es una cocina con personalidad. Las cantidades generosas, la calidad muy fresca. Irreprochable todo. La mesera Pía simpática, muy profesional y atenta, me hizo sentir como en casa. El establecimiento está en una zona muy buena, accesible pero tranquila. Las instalaciones son divinas, muy cálida decoración, limpieza impecable y las medidas COVID correctas. Da realmente gusto, muy propicio para sentirse cómodo para conversar, desde la eleccion de música y su volumen hasta la iluminación. Mis felicitaciones al dueño, me fui contenta en cada detalle!

Me encanta este sitio! Siempre suele haber gente y el local es pequeño, por lo que es mejor ir con reserva. Sus platos/tapas están riquísimas y el sitio muy acogedor. Además la calidad precio es correcta.