Reseñas
Encontramos el restaurante y entramos de casualidad, un domingo en la Latina es difícil siempre encontrar sitio. Pero fue de esas veces que tienes suerte, el ambiente bueno, la atención de los camareros excelente, quizá demasiado calor para mi gusto debido a las estufas tan bien puestas, pero las apagaron cuando se lo pedimos. El rabo de toro espectacular, sin duda lo que más me gustó, junto con las croquetas, que son grandes y contundentes. Las costillas muy buenas y quizá lo más flojo las bravas, sin más. Cerveza Mahou de barril y una pena no saber que el postre era su especialidad, pero es verdad que nos quedamos llenos. Habrá que volver para seguir probando. Recomendación, son mesas pequeñas pero en el interior hay sitio para grupos grandes, no sé si es posible reservar, pero sería mejor si váis más de 4
Todos los platos que pedimos, todos a compartir, riquísimos. Croquetas caseras, con una bechamel muy suave, bacalao en tempura buenísimo al igual que las carrilleras y el crujiente de rabo de toro. Los postres muy buenos también. El trato exquisito y pendientes en todo momento si todo estaba bien. Sin duda un lugar recomendable al 100%.
Un sitio maravilloso!! Entramos de casualidad y nos llevamos una grata sorpresa, La atención fue buenísima desde la chica de la entrada que nos recibió, a los camareros que nos sirvieron, Nos aconsejaron de 10 y cenamos de 10. Todo casero y riquísimo!! Ojalá pronto podamos repetir !!
Andábamos de tapeo por la Latina y nos llamó la atención el local muy moderno y diáfano. Pedimos unas cervezas y un aguacate que estaba muy rico, a mi gusto le faltaba algo crujiente. Nos atendieron de maravilla, un rato muy agradable definitivamente volvería.
La comida estaba buena el sitio era estrecho, la mesa para 4 era pequeña y estábamos en el paso, podemos decir que cómodos no estuvimos pero si tienes suerte y no te toca esa mesa la experiencia puede ser distintaComida: 4/5
Desde que nos mudamos del barrio no habíamos vuelto, y nos ha encantado descubrir que mantiene la carta y la esencia. Bravas, croquetas y rollito de rabo de toro riquísimos. La presa a la parrilla y el postre no se quedan atrás.
La primera vez que comi allí y la verdad que me quedé con muy buen sabor de boca, la comida muy rica, un rabo de toro crujiente y los postres sorprendentes . La atención del personal muy buena. Un sitio para volver.Comida: 5/5
Restaurante situando en los bajos de la pasada del Dragón. No cierra y se puede ampliar sobremesa tomando una copa. Personal amable. Tiene salones interiores, en uno de ellos se puede ver el antiguo trazado de la ciudad, a través de un suelo de cristal, y un pequeño patio cubierto, que corresponde a la antigua corrala. Los calefactores están muy bien situados y no hace frío. Cocina de mercado. Nos gustaron sobre todo las croquetas de mejillones. La ensaladilla es distinta a la tradicional, pero tiene buen sabor. Pedimos el postre estrella de la casa, la pastilla de jabón, y personalmente no me gustó el sabor, más que a violetas, sabía a jabón de verdad.
Maravilloso siempre. Muy amable el personal, la comida estupenda y bonito el entorno. Nada que objetar!! Siempre repetiremos
Los camareros son muy majos, y te aconsejan la cantidad de comida ideal, sin querer que pidas de más. El rabo de toro crujiente estaba muy bueno.Platos recomendadosCroquetas de Jamón Ibérico, Crujiente de Rabo de Toro y Bravas