Reseñas
Descubrimiento de un restaurante que hasta ahora no conocíamos Sorpresa positiva en todos los sentidos Ya de por sí desde fuera, se ve una decoración bonita y acogedora Una vez dentro del local, la atención es agradable y cercana La música de fondo, perfecta, y la temperatura, bastante adecuada para las temperaturas exteriores. La comida muy muy rica Cenamos 4 personas Las raciones normales, en algunos casos más pequeñas, en otros, bastante buenas A destacar las croquetas y, ensaladas o tortillas, en cuanto a lo que comimos nosotros El secreto, bajaba un poco el nivel del resto, Tiene carta amplia de vinos, pero la mitad no los tienen ya. Es un punto negativo a tener en cuenta. Verás muchos carteles de vinos, que ya no tienen.... El servicio en general bien, aunque hay un poco de todos. Algunos muy bien y majos, otros algo serviciales, otros poco simpáticos, y otras absolutamente nada. Por lo de los vinos que aunque pasen los meses, siguen anunciando cosas que no tiene , y no cambian la publicidad, y por el servicio de alguna, debo dejarlo en 4 estrellas. Podrían mejorar esos detalles. Estacionamiento: Zona fácil para dejar a personas con movilidad reducida. No es fácil aparcar muy cerca, pero dando vueltas, se encuentra pronto sitio
Me pareció un sitio excepcional,por la ubicación agradable y comoda; la comida,todo lo que pedimos riquisimo; y el servicio,totalmente entregados y de trato inmejorable
Una sorpresa positiva, restaurante que desde fuera no parece muy atractivo pero una vez estás en la mesa ya empiezas a notar que el servicio va a ser bueno. Los entrantes y platos principales de 10, precio acorde a una ciudad como Madrid.Platos recomendadosRisotto de Espárragos Y Langostino, Huevos Rotos Con Jamón Serrano y Tartar de Atún
Restaurante muy animado, carta rica y variada... con diferentes salones y terraza exterior. Repetiré pronto para probar más cositas...
Un sitio increíble, la comida y el trato es impresionante. Solemos venir en fechas señaladas durante todo el año, pero un día como el 24 de diciembre que es tan complicado siguen dando un servicio y una calidad excelente. Repetiremos. Cuidan muchísimo la comida sin gluten, soy celiaca y he recibido toda la atención del mundo en cada plato. Restricciones de dieta: Cuidado con las personas celiacas
Me encanta la comida, la relación calidad precio es bastante buena, bien elaborada y buenos productos. He comido, cenado en bastantes ocasiones y siempre bien. También desayuno con frecuencia por cercanía del trabajo y el único inconveniente es que a esa hora hay poco personal atendiendo. Estacionamiento: Hay poco sitio para aparcar, pero los sábados desde las 3 y domingos nota que pagar
Ufff. Batalla pura y dura con ínfulas de barrio bien. Te ponen de aperitivo las sobras, escuchado en primera persona mientras salía del aseo, san Jacobo y empanada de la semana pasada. LamentablementeComida: 1/5
Cenamos torreznosmuy buenos y ligeros, zamburiñas originales, carne muy buena, y sobretodo las gildas están exquisitas. Vino a un precio razonable y una noche muy amena y a un precio muy razonable. La decoración es buena y el servicio también. Han ampliado el local hace poco y en general todo muy agradable Accesibilidad para sillas de ruedas: Entrada adaptada
Me senté con una amiga a las 19:30, más o menos. Pedimos un tercio y un tinto de verano. A las 20:30, cuando aún no nos habíamos acabado la consumición se acerca un camarero a la mesa y nos dice que si nos queda mucho, que hay unas chicas que se quieren sentar a cenar. Ni si quiera nos preguntó a nosotras si pensábamos cenar o no, así que le pedí la cuenta, pagué y nos fuimos sin acabar lo que habíamos pedido. Soy la primera que entiendo que no se puede estar tres horas en una mesa con una consumición y en horario de cenas, pero llevábamos una hora y tampoco nadie nos avisó que a las 20:30 se daban cenas y que si requerían la mesa nos invitarían a irnos, porque desde luego no me habría sentado. Por supuesto tampoco nos pidieron disculpas ni nos ofrecieron ponernos en algún otro sitio. Luego nos preguntamos por qué los jóvenes vamos al cien montaditos.
Es entrar, y saber que volverás por el encanto, la calidad humana y gastronómica, la hospitalidad cálida que se desprende de este maravilloso restaurante. El personal, los menús, la belleza del espacio son de gran valor. Y la gran acogida que da la jefa de la barra a cada visitante, su charla amable y personalidad original convierten este restaurante en un clásico imprescindible de Madrid.