Reseñas
Este bar-restaurante flotante, esta situado en el extremo del espigón del muelle del Puerto de Cartagena que protegía la dársena de botes de remo, donde a principios del s. XX se levantó el Real Club de Regatas. Históricamente era punto de reunión de los jóvenes de la burguesía adinerada de Cartagena, por encontrarse en un punto neurálgico de la ciudad, próximo al Casino y al Ayuntamiento. Actualmente ha perdido mucha categoría y parece que bastante calidad en su servicio. Su interior es clásico y elegante, aunque su exterior esta muy descuidado. Lo mejor sería la oportunidad de disfrutar de las curiosidades del mar y del puerto, comiendo a escasa distancia de donde salen los barcos o se sumergen los submarinos. Curiosamente, ayer domingo permanecía cerrado, no sabemos si temporalmente o definitivamente.
Lo mejor es la ubicación con vistas muy agradables, comida decente sobretodo el menú por la calidad precio, local bonito pero mejorable. Servicio muy escaso pero atento quizas un poco largas las esperas en los arroces y platos fuera del menú. En general una comida agradable y buena, recomendable.
Pues me ha gustado mucho!! El barco no está muy cuidado pero así tiene más encantó, menú a 12 EU en finde. Las cantidades grandes y el servicio y trato amable.
El barco no se mueve. Se come muy bien y está todo buenísimo. 100% Recomendable y trato muy bueno
Tapa y caña 2,50. Vistas espectaculares, la decoración y el restaurante en si es un barco. En el paseo del puerto. Servicio bueno aunque a las 15:00 ya tenían cerrada La Cocina
El sitio es curioso. La comida estaba magnífica pero la espera un poquito larga. Los camareros fueron amables. Un poco caro...
Comida muy buena y no cara. Lugar precioso sobretodo de noche. La chica que nos serví era muy amable y atenta.
Calidad precio muy justa.raciones escasas para el precio que pagamos.esta muy bien para recrear la vista mientras cenas pero precisamente cenar no es que cenes mucho.
Comida escasa,de mala calidad y servicio pésimo. Nos han tardado una hora en traer el primer plato,y dos y media para acabar de comer
Es un sitio curioso, siempre que el mar esté tranquilo. Por lo demás, normal, las tapas típicas. Merece una visita