Reseñas
Hoy hemos tenido una comida de trabajo y hemos elegido este sitio. La decoración es muy acogedora y cuidada y la atención de los camareros muy buena, eran muy simpáticos. Se puede comer de menú por 14€. Hoy había a elegir entre caldo gallego, lasaña de atún y espinacas con crema. El caldo muy bueno y la lasaña también estupenda. De segundo se elegía entre croquetas de cabrales, buenas y con sabor aunque no muy fino el rebozado; huevos rotos con un jamón espectacular y atún con tomate y cebolla. Muy ricos los tres platos y abundantes. Una muy buena opción para comer en los días laborales.
La comida buena, cocina casera. El precio del tinto de verano con limón desorbitado en comparación con la comida. Los canalones muy buenos. La empanada ni el lacón con grelos destacan mucho. Tarta de queso muy buena, merece la pena. La atención de algún camarero pésima. Ni avisa de que hay menú, desgana pésimo. El resto de camareros estupendos.
La comida estaba muy rica, pedí pulpo, berberechos y canelones de pollo. Me extrañó que solo hubiese un albariño siendo un gallego, pero estaba bien. Buena relación calidad / precio al ser Madrid. Los platos no son muy grandes. Al finalizar la cena nos obsequiaron con unos chupitos licor/café.
Buena calidad precio. El gerente de los camareros es gallego, haciendo honor a la comida que ofrecen. En cuanto a la comida, no es la mejor, pero recomendaría mucho cualquier tipo de croquetas, el cachopo, y los huevos rotos con queso de tetilla. El local tiene muchas mesas, son rápidos con la comida. Sin duda, buena opción para ir con amigos de celebraciones.
Primera vez que iba y puede que la última. Pedimos los tirabuzones de pollo con salsa de cabrales, las croquetas de rabo de toro y los tacos de ternera con guacagrelo. Por un lado, la salsa de cabrales apenas tenía sabor. Es mejor que indiquen “crema de cabrales” o sucedáneo. Los tacos de ternera estaban buenos, pero tampoco decían mucho. Falta de consistencia. Y en cuanto a las croquetas, estaban buenas. Intentamos pedir un variado de croquetas, pero nos dijeron que sólo se podía pedir de un sabor. Trato correcto por parte del personal y sin nada a destacar.
Restaurante gallego bien situado en el barrio de Chamartín. Tiene una carta muy variada con platos gallegos. Además disponen de un menú a diario muy bueno, la verdad, con platos bien llenos y de calidad en el producto y en la cocina. El menú suele incorporar platos típicos de Galicia. El servicio bastante diligente y la decoración y puesta en escena muy chulas.
El pulpo estaba rico pero no lo mejor que he probado. Las raciones suficientes, el interior muy bonito y la forma que se sirven la sidra extraordinaria.
Genial sitio para comer/cenar a muy buen precio. Terraza agradable, pero en el interior también se está muy bien. Buena atención por parte de los camareros. Y lo importante: comida relación-calidad muy muy buena. Es un must venir por aquí.
Todo muy rico. Recomiendo la mariscada y el pulpo. La tarta de queso. Menú del día por 14€
Comer en este restaurante fue un acierto. 10/10 Pedimos el pulpo que estaba espectacular. La parrillada do mar de calidad 10 a un precio muy inferior de lo que suelen cobrar por ahí. La carne la pedimos al punto, a mi me gusta más hecha y cedí al punto por mis amigos. Me sorprendió que nos la sacaron en una piedra caliente lo cual pude terminar de hacer mi parte a mi gusto. El restaurante tiene encanto, bien decorado, sencillo, limpio. La atención amable. Los postres no están en las fotos pero pedimos la filloa de chocolate y la tarta de tetilla. Muy buenos los dos. En definitiva, altamente recomendable y precio muy económico para la calidad del producto y tratarse de Madrid. Esperamos volver.