Reseñas
La verdad es que nos sorprendió gratamente el sitio. Acogedor y tranquilo. Buena comida y algo diferente a lo habitual. Exquisitos los espaguetis de calabacín al pesto y el pulpo.
Comida correcta en un ambiente muy agradable con servicio muy atento. Me habían hablado muy bien de este restaurante por lo que me decepcionó un poco sus platos que, aunque estaban buenos, a mi entender, les faltaba un toque de originalidad. Sin embargo el local es muy agradable, el personal también.
Un sitio encantador para cenar. Éramos dos personas y fuimos a tapas para probar de todo un poco. Cogimos el revuelto de morcilla con calabaza, ajo blanco ES-PEC-TA-CU-LAR, tartar de salmón quizás un poco flojo, sin un sabor que digas "guau!", tataki de presa ibérica de once sobre diez y tartar de boloñesa con yema de huevo estaba fuera de carta y muy buena elección. A ello le sumamos una ensalada de tomate y ventresca muy rica, sin pasarse de salado. Para terminar, un arroz con leche con azúcar tostado por encima, un sabor perfecto para cerrar una cena magnífica. El servicio muy atento en todo momento, muy amable y trayendo los platos de uno en uno, sin llenar la mesa. El sitio tiene una decoración sencilla pero muy acorde con el tipo de comida de diseño que se sirve. De fondo música tranquila para hacer de esos silencios en la conversación una pausa relajante. En resumen, un sitio muy recomendable por el que merece la pena pagar 20-25 euros por persona, donde no te llenas pero sí te sacias.
Productos de gran calidad. Se nota que la materia prima está seleccionada cuidadosamente para ofrecer productos muy selectos que, aunque en ocasiones enlatados, mantienen una frescura y calidad sublimes. Ha sido una grata sorpresa. El trato del personal es excepcional. Si se dejan recomendar, sin duda acertarán. un 10
Agradable y con una comida excelente. Muy recomendable. En un sitio estupendo. Y el servicio es impecable. Ni una pega.
La comida riquísima, parece estar hecha con mucho cuidado y cariño. El personal amable y simpático: te hacen sentir en casa.
Música agradable. Cálido ambiente. Buena comida. No tiene una carta muy extensa pero tiene buena materia prima y algunos platos innovadores.
Nos han atendido muy bien, la comida muy rica, la carrillada, la ensaladilla, el tartar de salmon... pero la carta se me queda algo corta, poca carne.
La atención y el servicio inmejorable, el vino, zaranda, todo un descubrimiento y la comida nos gustó todo pero sobre todo el tartar sorpresa y el tataki de presa. Altamente recomendable
Buena comida, buen trato al público y tranquilo