Reseñas
Acabamos de celebrar nuestra boda allí. Solo podemos decir que fue la boda perfecta. Buena disposición siempre, vistas en la terraza espectaculares, camareros y trabajadores en general atentos y muy profesionales, organización impecable. Un 10 en todo. Pero sobre todo, resaltar la comida, que ha sido abundante y exquisita. Además, nos regalaron la tarta nupcial y la noche de bodas en una habitación de ensueño. Y muchas gracias Julia, que nos organizado y asesorado para que pudiéramos tener la boda de nuestros sueños.
Un trato excepcional por parte de todos y cada uno de los trabajadores con los que tuvimos contacto. Habitación excelente con una magnífica cama para descansar después de caminar durante horas por toda la ciudad. Limpio y muy recomendable. Visitas guiadas desde el hotel y un desayuno copioso y de calidad. Muy bien situado en el casco antiguo junto a la Maestranza y Torre del Oro. Simplemente perfecto.
El camarero Federico muy atento, pero el servicio fue lento y los platos bastante mediocres. Pedimos una merluza que a nuestro parecer no era fresca, es más, congelada y un rabo de toro que estaba seco. Nos pedimos una torrija que estába espectacular. Una decepción de restaurante
Organizamos nuestra boda en octubre de 2022. La celebración fue excelente: atención, comida, decoración, disponibilidad,... todo funcionó de manera impecable. Muy especialmente, la atención personalizada de Julia para la organización del evento fue extraordinaria. Durante las semanas previas fue cercana, profesional y flexible, prestando atención a los detalles que eran importantes para nosotros. Eso nos permitió tener la celebración que queríamos con los nuestros. De 10.
Estuvimos celebrando San Valentín y un poco caos. 30 minutos para que nos trajeran un vino y una botella de agua y 45 para el primer entrante. Creo que estaban desbordados y se notaba la falta de experiencia de la camarera que nos atendió. Pedí una segunda copa de vino que tuve que reclamar también al metre y me llegó después de terminar uno de los aperitivos. Yo tenía muy buen recuerdo porque he ido muchas veces tanto a tapear como a comer con mis padres cuando era pequeño pero mi experiencia de ayer no fue lo que esperaba. Llegamos a las 21:00 y ya había platos que no tenían en su carta la cual no era muy extensa. Algunos platos como el canelón de rabo de toro muy subido de precio, lo anuncian con XL y no lo es. La merluza de pincho con berberechos estaba buena pero venía literalmente con 2 berberechos. El puerro confitado con tartar de atún también escaso y nada del otro mundo. El postre de tiramisú con 3 texturas sí estaba muy bueno. El sitio es bonito y agradable pero la oferta gastronómica en Sevilla es muy alta y creo que se están quedando atrás. Además tienen que cuidar algunos detalles como encontrar en el baño rollos de papel amontonados, una papelera y una escobilla ambas de plástico blanco con bastante solera porque dan mala imagen.
La comida no está nada mal, pero el precio algo caro en relación calidad precio. Dispuesto a pagar el precio por sabores/fusiones que me satisfagan. No fue este el caso. El sitio es precioso y el servicio muy amable
Disponíamos de poco tiempo para un fin de semana rápido en Sevilla y estuvimos ojeando diferentes opciones. Ha sido un descubrimiento estupendo, en lo que a hotel respecta. Se ubica en una antigua casa palacio reformada, y al tener solo 7 habitaciones, la experiencia te hace sentirte único. La habitación transmite por completo la esencia de estar alojado en una mansión, con techos altos y un estilo antiguo pero muy cuidado. El baño se encuentra completamente reformado, así que no hay bañera en mi caso, una ventaja. El servicio fue muy atento desde nuestra llegada, ofreciéndonos flexibilidad a la hora de entrada y el poder dejar el equipaje unas horas antes de nuestra salida de la capital. El salón de la entrada es muy acogedor, y tomarse una copa allí hace que te olvides de estar en pleno centro. Tienen disponible el acceso a la terraza durante el día y, aunque nos quedamos con las ganas de ver las vistas por la noche cerraba sobre las 21h, la panorámica de la Catedral era espectacular. Por sacar alguna pega a nuestra corta estancia, sería el no haber probado el restaurante del que disponen, pero con algo de suerte quizá vuelva para solucionarlo.
Excelente, clásico y elegante. Me gusta este tipo de Hoteles, con solera e historia, si quieres decoración moderna del IKEA vete a un NH si quieres clase y estilo el Alabardero es tu lugar. El desayuno, una maravilla. Localización inmejorable.Habitaciones: 4/5
Hemos comido en la taberna y ha sido una decepción. El primer plato ha tardado una hora y media en llegar. El precio no se corresponde no con la cantidad ni la calidad. Hay mejores sitios por la zona, no repetiremos.Servicio: 2/5
Me encanta sentarme a tomar un café y una porción de tarta con la familia en este restaurante. La tarta Guadalquivir está de escándalo