Reseñas
Bonito y pequeño local. La cocina y el pescado están a la vista y eso da un toque muy cercano. La atención fue muy buena ofreciendo los platos del día y sobre todos los pescados especiales que normalmente no hay en otros restaurantes. Tienen una parrilla de carbón y eso hace que la comida tenga un sabor especial. El precio es alto pero hay que pagar una excelente materia prima.
Restaurante muy bien ubicado en Madrid, zona Retiro. Local con aires marineros, decorado con muy buen gusto, pequeño pero muy coqueto y acogedor. Trato muy amable, simpático y profesional. Detalle que nos invitaron a una copa de champán mientras nuestra botella se enfriaba a nuestro gusto . Cocina a la vista que gusta ver como tratan los pescados y las brasas, que sin duda es un valor añadido. Buena carta y muchos platos fuera de carta que te los explican muy amablemente. No le doy la QUINTA estrella porque algún plato lo tendrían que mejorar, por ejemplo las alcachofas, muy ricas pero el sabor de la alcachofa desaparece! Volveré pronto! Lo recomiendo.
Un lugar especial sin duda, la cocina abierta, pequeño pero acogedor. La forma en que te tratan sin duda te hace ver el nivel y la calidad, su especialidad el pescado pero a mi parecer los entrantes marcan la diferencia y destacan. Si paseas por fuera pasa inadvertido, pero al entrar no te dejará indiferente.
Bistronómika era uno de los restaurantes que más ganas teníamos de visitar, estaba pendiente desde que aún ocupaban el local en el Barrio de la Letras. Una vez cumplido el deseo la sensación que se nos quedó es que siendo un buen sitio para comer, donde el disfrute esta asegurado, creemos que se paga un sobreprecio excesivo, incluso para la zona en la que está, que es cara. Los pescados no salen a menos de 70 euros el kilo, nosotros pagamos un borriquete de dos kilos a 170 euros y sus guarniciones se cobran por separado, a 9 euros, sin ser siquiera raciones generosas. Y dentro de todo, no son los precios más inasumibles. Las navajas a 4 euros, los boquerones a 3, o las anchoas a 7 por unidad me parecen más caros comparativamente. Eso sí, me repito, la comida es buena. Todo da buen nivel. El pescado lo tratan de cine, la ensaladilla rusa de centollo es un espectáculo y la guilda Bistronómika es imprescindible. Y es con eso con lo que me quedaré de esa cena y con lo bien que lo pasamos. Puntos fuertes: el magnífico trato que le dan a todos sus pescados y mariscos. Puntos débiles: el precio en la mayoría de sus platos es muy exagerado. Precio: 80-100€/pax. Podéis seguirnos también en nuestra cuenta de Instagram, @madridbocados. Allí encontrarás reseñas detalladas. Hasta el próximo bocado.
Al entrar al restaurante lo que me llamó la atención fue que tienen la cocina vista, el restaurante es acogedor y tranquilo, estuvimos muy agusto. El camarero nos recomendó varios platos de entrantes y pescado que estaban de 10. Volveremos.
Buenísima cocina de producto y buenísimo servicio. Como no podía ser de otra manera tengo que recomendar las gildas. Muy originales y muy sabrosas. Pedimos varios entrantes alrededor de 5 platos, muchos de ellos de pueden pedir por unidad y luego un lenguado. Muy recomendable
Productos exquisitos. La gilda muy recomendable. No te doy todas las estrellas porque aunque tanto el servicio como la comida es excepcional, la carta es algo corta comparada con otros sitios y cuando ya nos habíamos decidido por los platos, resulta que de tres no les quedaba. Por lo demás excelente y la tarta de chocolate increíble. Muy top
Buena calidad y elaboración, pero excesivamente caro… un sitio para probar pero no para repetir… Tomamos la gilda, muy buena; cigala con alcachofa 24 euros la cigala, algo excesivo; chipirones; sargo 37 euros la ración, de nuevo precio excesivo y de postre, tarta de queso, muy buena. La carta de vinos muy corta y con vinos excesivamente caros. Sitio pequeño, se llenó y resultó demasiado ruidoso. Buen servicio. En resumen: buen producto, pero excesivamente caro.
Local pequeño pero acogedor. Sobre todo lo que destaca es el producto, de lo que probamos lo que más nos gustó fue la Urta, el tartar de lubina y la anchoa a la brasa. La tarta de queso un poco sin más, nos esperábamos algo más al ser de queso azul y la ensaladilla rusa de centollo le pasó algo parecido. Aún así bastante bien en líneas generales!
Un lugar para explorar por primera vez; una experiencia para repetir; una tradición que inicia. Recomendado ampliamente. Llegamos por recomendación desde Mexico y valió la experiencia.