Reseñas
Hacia tiempo que conocía el restaurante pero nunca había comido en él. Una taberna pequeña y con encanto. He probado el menú del día y está muy bueno. En otra ocasión probaré la carta. Amables y buena atención. Para repetir.Comida: 4/5
Ayer en la cena conocimos este bar por el barrio de las letras. Buen precio, muy atentos y en servicio y todo estaba muy rico. Lo único incomodo a destacar, es que de un momento a otro se lleno, y aunque es entendible, la organización que tuvieron colocando mesas encima de otras resultó un tanto agobiante, ya que pasamos de una cena tranquila a tener a todo el mundo encima de nosotros. Volveremos en otros horarios a ver si no terminamos saliendo corriendo y probamos los postres.
Un sitio muy acogedor. La comida está muy rica y las raciones son muy abundantes para el precio y la ubicación del local. Lo mejor, el trato de los propietarios. Son encantadores!
Menú muy correcto y muy bueno, también cenamos otro día, a destacar el salmorejo con huevo y jamón y el revuelto de ahumados. Local singular y agradable, el personal entiendo que los propietarios muy atentos y agradables, vale la pena dejarse caer.
Bar de barrio frecuentes anotado por madrileños y regentado por una pareja muy amable y atenta . La carts reducida es garantía de buena comida . Consejo probar las berenjenas con salmorejo , espectacular ! La tarta de queso nos ha sorprendido por su textura cremosa . Lugar muy pintoresco y agradable con pocas mesas y mucho ambiente .
La atención sensacional y la comida buenísima con un muy buen ambiente. Lo recomiendo al 100% y seguro que volveré.
Uno de los sitios de verdad para disfrutar del sitio, ambiente cálido y acogedor, y comida muy muy rica. Precio increíble. Cada año en la guía del routard. No perderse bajo ningún concepto las berenjenas con salmorejo, los torreznos y el flan de cafe. Agua en jarras o vasos, no hay q ir a las botellas. Gran punto a favor . En suma: magnífico.
Cocina típica muy buena y camareros muy amables y atentos. Hemos repetido dos veces en nuestra estancia en Madrid.
Restaurante decorado con mucha gracia y con una gran atención al cliente. Genial para comer después de ir al CaixaForum, al museo Thyssen, tras andar por el Paseo Del Prado o visitar la zona. Con raciones caseras muy ricas y generosas acabarás llenísimo y con muchas ganas de probar otro día los platos que no has podido pedir. Un placer haber descubierto este sitio.
Lo descubrimos por casualidad: queríamos comer cerca del Prado y vimos que tenía menú: 11€, dos platos que no nos pudimos terminar, pero estaban riquísimos. Y los postres.. tremendos! Pedimos tarta de queso y tarta de chocolate blanco. Lugar tranquilo, y sus trabajadores son un encanto! Fue un placer comer ahí. Seguro volveremos, cuando estemos de paso por Madrid