Reseñas
Es un buen sitio para degustar alguna comida en pleno centro de Barcelona. Están bastante bien preparadas. Tiene una arquitectura bastante característica. Además pueden apreciarse excavaciones de las primeras obras llevadas a cabo en Barcelona hace varios siglos. Sitio recomendable para visitar.
Cervecería de la Moritz dentro del Mercat del Born, en un espacio precioso. El menú es ingenioso y complejo al mismo tiempo, con platos que tienen nombres asociados a episodios de la historia de Cataluña.
Tapas tradicionales de comida catalana entre cerveza y cultura. Es un buen punto de relevancia gastronómica, el 300, en honor a la batalla de la guerra de secesión Aparece de la mano de la casa de cervezas barcelonina Moritz, y del chef Jordi Vilá. Cuenta con amplio surtido de tapas y platos de la cocina histórica tradicional catalana, con un punto de originalidad en sus creaciones. El maridaje con la fabulosa 1714, variedad de cerveza especial sujeta a la receta tradicional de la época, es algo que se debe de probar. Un lugar en mi opinión fantástico. Cabe aplaudir la sobresaliente labor de Moritz, para la recuperación de espacios y locales de interés histórico de Barcelona
Buena relación calidad precio, sitio tranquilo con buen servicio en un sitio con mucha historia.
Tomar una caña, pase. Unas chips ok. No vayas más allá porque la lata de berberechos, de berberecho tamaño minúsculo, está a 9€, algo totalmente desorbitado teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, el tamaño de los mismos. Buen entorno y buen servicio, eso si.
Menú económico y buenas tapas.
Calidad aceptable a precio también adecuado. Restaurante muy amplio y con luz natural y música. Agradable. La cristalera te permite ver las ruinas mientras comes. Lo recomiendo.
Ya he estado en este restaurante un par de veces: para comer y para cenar. La más reciente fue comida. Si has estado en el restaurante de la Fábrica de Moritz y te gustó lo que comiste, seguro que aquí también. Es un restaurante explotado por la gente de Moritz y es un tanto curioso. Curioso por el emplazamiento que tiene: en el antiguo Mercat del Born que ahora es el "Born Centre Cultural", por el diseño del restaurante diáfano, con mucha luz y una decoración y vistas exquisitas y por la carta. De la carta no os voy a comentar nada excepto que vas a poder aprender mucho de historia. Te recomiendo que pidas las patatas bravas, las bombas y algún otro plato principal. El precio del restaurante está sobre los 20-35€ por persona aproximadamente. ¡Muy recomendable!
La carta es muy original y temática sobre el asedio del 1714, y para tomar una epidor y unas tapas está muy bien. Además el sitio está muy bien decorado y se está muy agusto.
Ha cambiado la gestión del restaurante, ahora lo lleva una empresa de catering. Ya no tienen el tiramisú espectacular de antes. Poco público y ambiente frío. Quizás algo de música en directo iría bien.