Reseñas
Excelente y amable Atención.. Toda la Carta es realmente exquisita, con sabores y fusiones peculiares, cada que voy quedo súper sorprendida con la pinta de cada plato.. Tiene una terraza accesible para personas con poca movilidad como yo. No verifique los aseos. Acceso para sillas de ruedas: Terraza totalmente accesible
Trato excelente, platos deliciosos. Siempre que vamos intentamos probar una cosa nueva, además ell@s van modificando la carta y experimentando con nuestros paladares de manera exquisita. No sé con que me quedaría porque cada vez nos sorprenden con algo. Vale mucho la pena
Un descubrimiento en el barrio de Poblenou. Restaurante de comida de distintas partes de Asia. Todos los platos que pedimos estaban muy ricos. Tienen cerveza artesana y la que yo pedí, la Pale Ale, me gustó mucho. La coca cola que tienen es de una marca alemana. Personal muy amable. Calidad-precio está muy bien.Comida: 4/5
La carta es limitada, pero perfecta para compartir. Sacamos una estrella porque los cuatro platillos que pedimos tenían un sabor demasiado parecido entre ellos salsa a base de cacahuetes y toques ácidos. El servicio fue excelente. Destacamos el panipuri y el helado de yogur y regaliz.Comida: 4/5
Hemos comido espectacular . La lubina increíble y la ensalada Thai de mango y la berenjena también. El servicio genial. Un 10 a nuestra camarera que nos ha explicado todo perfecto, al resto también. Volveremos.
Absolutamente deliciosos todos los platos, muy recomendable. Atmósfera muy acogedora y vajilla espectacular diseñada por la mujer del dueño
Increíble lugar. Fue un placer de principio a fin, ningún plato falló. Destacó el katsu sando brioche con panceta como una de las cosas más ricas que he comido en mi vida. Además no es caro, pedimos todo lo que se nos ocurrió y fueron 80€ por 2 personas.
Nuevo descubrimiento.. todo muy rico y el servicio ha sido rápido y amable. Pensába que podría venir más a menudo trabajo por la zona pero sin menú tendré que venir solo en ocasiones especiales para probar nuevos platos
Un restaurante donde se ve y se come de maravilla. No probamos todo porque no podíamos, pero es un tiro al suelo. Hay una sincronía entre la cocina, concepto y estética. Además de la atención de los camareros y su dueño Kike que nos explicó todo de put* madre. Encantados volveremos cien por cien.
Hemos probado la limonada casera y nos han obsequiado con wan tun frito como aperitivo. Como platos principales hemos probado el ramen de miso. La carne de cerdo estaba buenísima pero al caldo le faltaba un poco de picante para nuestro gusto. Muy recomendable el café, servido en preciosa cerámica artesanal. Servicio amable y rápido.