Reseñas
A pesar de haber leído no muy buenas opiniones tengo que decir que comí una ensalada de bacalao con naranja y aguacate que estaba rica aunque la cantidad era más bien escasa, de Segundo un arroz negro que tengo que decir que estaba sabroso y el arroz en su punto, precio de menú 13:50 con postre y bebida. Mi marido pidió de Segundo churrasco con chimichurri, bueno de sabor pero algo duro.
El lugar es ideal, cerca de los museos y del jardín botánico. La decoración interior muy bonita. Lugar limpio. Dispone de amplia terraza fuera. Las raciones son escasas y caras.Comida: 3/5
Destaco la amabilidad con la que nos trataron en todo momento. Estaba muy concurrido y nos buscaron un hueco a 6 personas. La comida bien elaborada. Un poco de espera, pero comprensible por lo lleno que estaba. La hamburguesa de atún deliciosa.
Pequeño restaurante con una sala muy pequeña dentro y una gran terraza exterior. Situado justo enfrente del museo del Prado. La comida está en la media, nada de especial, buena selección de vinos. La sensación que tuvimos a ser atendido fue al mismo tiempo de molestias y agradecimiento. Es decir, la actitud de la camarera, en un momento parecía que estábamos molestando y En el siguiente momento su actitud era Agradable y amable. Compartimos un par de platos, tres copas de vino, un café y un chupito pagamos 34€
Celebré allí, el sábado por la tarde/noche, mi primer cumpleaños, después de haber pasado un Covid que me tuvo al límite de la vida. Fue todo maravilloso, el local, la atención, la comida, pusieron micrófonos y pudimos bailar y cantar. El dueño, Miguel, es una persona extraordinaria, y los camareros son estupendos.
Es un sitio bastante normal, las medias raciones son muy escasas, la atención normal tirando a buena si no fuera por los gritos del camarero, la carne de la hamburguesa estaba atascada de ajo, la ensaladilla apenas tenía sabor y el pulpo bien pero escaso... Los baños un desastre, muy sucios. No creo que repita
La terraza está en un lugar privilegiado, una placita en frente del Jardin Botánico, al lado del Paseo del Prado y de la calle Huertas, de hecho al terminar nos fuimos a Huertas que tenía varios puestos de artesanía hasta las 12 de la noche. Pedimos Mi cuit de pato y humus con copa de vino y cerveza y fueron 30 €. Los platos tirando a justos., un poco caro. Los nebulizadores una maravilla
El peor de los peores y os explico por qué. Pedimos vieiras a la parrilla.. mire la foto y con eso he casi dicho todo. Eran no sola CRUDAS..sino frías..... ni han pasada por ninguna parrillada.. ni plancha ni nada... con la salsa de coliflor casi congelada. Cuando lo decimos al camarero... se fue con el plato a la cocina.. y volvio con la respuesta... 'el plato es asi".. vaya tela... no he solo comido varios veces vieiras buenas pero también lo he hecho en mi restaurante. Si mañana estoy enfermo.. se donde ir. Pero os recomiendo entonces no entrar ahí.
Estábamos en la zona en el puente de la Inmaculada en diciembre y sin reservar, nos buscaron dos mesas para nueve personas, y con varios carros de niños pequeños. Nos atendieron muy bien. Servicio profesional, atento, y con recomendaciones acertadas. Comandas adecuadas y temperatura de plato en mesa correcto. Estuvimos en la zona junto a la barra. El aseo en planta sótano, junto a otro comedor, y limpios. El comedor de planta baja sin ventanas, me gusto zona barra con luz natural. Precios adecuados a la zona. Buena calidad/precio. Recomiendo los mejillones, exquisitos, el chuleton, sabroso y muy bien de precio, pollo asado, jugoso y muy buena la salsa, los tomates rosados que venían con anchoas, correctos, y el salmorejo muy normalito y con mucho sabor a pan, pero la textura adecuada y pensando que no es época de buen tomate, diría que adecuado. Para los peques arroz con pollo, muy adecuado y en su punto. Para beber recomiendo vermú, hay varios tipos...
La taperia del Prado, es un lugar cerca del Museo del Prado. Este tiene servicio de terraza donde los platos tienen un pequeño suplemento si no es servido en el interior del local. Con la primera cerveza te sirven un pequeño aperitivo y tienen tapas variadas a precios normales. Una de las tapas que se puede pedir es la ensaladilla rusa con langostinos que está bastante bien y el precio es normal. Es un sitio recomendado para después de visitar el museo y tomarte algo con alguna de sus tapas o platos principales.