Ochoa

Situada en pleno centro de Sevilla, en la mismísima calle Sierpes. Todo un clásico de las confiterías sevillanas. Sus batidos de helado están espectaculares y sus pasteles riquísimos. También tienen empanadas y platos preparados. La camarera que nos atendió fue simpática, pero tardamos muchísimo en ser atendidos y servidos, a pesar de no haber mucha gente en ese momento. Es un aspecto que deben mejorar, por lo demás bien.

Siempre fue un sitio mítico en Sevilla. Era complicado encontrar mesa. Pero se ha convertido en un sitio para almacenar recuerdos. Una sola camarera bastante agradable, pero sobrepasada. El local abandonado a su suerte, casposo y poco cuidado. Siempre medio vacío. Y el producto, lo peor. Desayuno caro, escaso y de calidad baja. Precio desorbitado para todo. Una pena, aunque si creen que el cliente lo que merece es eso, merecen estar con tan poco público como el que tienen. Desastre.

Ya no es lo que era. El producto no es el mismo. Los batidos helados son pequeños en comparación con su elevado precio y son leche con una bola de helado flotante que no se molestan en mover, siquiera. La tarta de manzana es congelada y los precios altísimos en relación al producto que ofrecen. Del personal, mejor no hablamos, basta con ir para ver el desastre en el que se ha convertido este mítico lugar de Sevilla, que está a años luz de lo que era. Un atraco con nombre de antaño

Pésima atención y organización. Tuvimos que esperar mucho a que nos atendieran, atendieron antes a todas las mesas que llegaron después , nos sacaron el café cuando ya casi habíamos acabado los pasteles… Camareras con malas caras y un trato poco agradable… además muy caro para lo que es… los dulces bastante mediocres, nos los hemos dejado sin terminar

Atención pésima, llevamos cuarenta y cinco minutos esperando a ser atendidas, llegan clientes después y ya están consumiendo. Un sitio que a pesar de ser famoso en Sevilla no está adaptado para personas celíaca, ni siquiera un batido tradicional No lo recomiendo bajo ningún concepto

Fui el lunes por primera vez a esta cafetería después de escuchar la buena fama que tiene. Y nunca más volveré a ir. Ha sido desastroso: un dulce de supuesto chocolate que no sabía a nada, de beber una taza de chocolate que más que chocolate parecía cola-cao. Y lo de que te lleven la cuenta y te obliguen a pagar nada más servirte me parece una auténtica falta de respeto. Absolutamente decepcionante. Le doy una estrella porque no se puede poner menos

Que pena una cafetería con tanto renombre, que apenas había nunca mesa libre, este así hemos ido hoy varias amigas a tomar café y el café helado, pero no uno!! Todos!! Le pedimos cambiar y ni una triste disculpa , que pena que no tenga un servicio acorde a una cafetería con tanta elegancia en pleno centro de sevilla…

Pongo una estrella porque no hay menos. Esta cafeteria ademas de ser supercara 1.80 € el cafe tiene un servicio malísimo. La forma de trabajar es lo peor. Solo te atienden en mesa. Te traen el pastel a las dos horas de ponerte el cafe. Y claro lo eliges dentro y luego te llevan lo que no es... los pasteles secos. Tanto aqui como en la campana. Y si es por la ubicacion hay mejores sitios y menos altos de precio. Mejor no volver. Pobre los camarer@s

Confitería tradicional de calidad. Hay que pedir los batidos helados y sus bollitos de leche. Buen ambiente. Se puede mantener una conversación sin levantar la voz, lo que dice mucho de su clientela. Precios acorde con calidad y servicio.

La atención no ha podido ser peor, camarera muy borde, tras pedir, han tardado en traernos los cafés y para más inri más de 25 minutos en traernos los pasteles y por lo tanto, nos hemos tenido que tomar los cafés fríos. El establecimiento no estaba a rebosar de personas como para tardar tanto…