Reseñas
Turistada Situado en plena Gran Vía, en una plaza cerca de Banco de España, hay una inmensa terraza de este restaurante. El servicio es mediocre, destacando su tardanza en los platos y cervezas y su larga espera para una mesa en la terraza. Finalmente estuvimos dentro porque fuimos 9 personas. Pedimos: -Plato de jamón. Muy rico, de calidad, recomendable. -Croquetas de jamón y bacalao. Son mejores las de bacalao, aunque la textura no era cremosa en ninguna de ellas. -Tortilla de patatas. Pedimos dos la primera estaba sosa de sal, sin cebolla y muy cuajada. La segunda estaba mejor, con presencia de cebolla pero estaba muy aceitosa. Un desastre lo de las tortillas. -Pimientos del padrón No son pimientos del padrón. Ninguno pica, son pimientos verdes fritos normales. Pimientos enormes. Una estafa, no pedirlos. Primeramente pudieron 6 trocitos muy pequeños de psn tostado con tomate rallado, pero no volvieron a poner pan, detalle bastante malo viendo el gran número de personas y las raciones De precio no sabría decirte porque nos invitó el jefe, pero no es barato. No hay aperitivo patatas fritas de bolsa no cuenta Estacionamiento: El aparcamiento está imposible, está dentro de Madrid 360, y aparcar está de lo más complicado.
Taberna clásica donde fuimos a tomar el pincho elaborado por Gastrofestival 2022 que nos apetecia probarlo, bacalao gratinado con alioli de miel, la verdad es que estaba riquísimo y nos gusto mucho. Buena atención y amabilidad. Nos gustó la agradable terraza para tenerlo en cuenta en otra ocasión. Volveremos.
Estupend+s camarer+s. Una amplia terraza en una plaza emblemática. Buenas y ricas raciones ¡jamón!. Y unos grifos de de cerveza... ¡que tienes que ir a verlos!
Excelente, todo riquísimo. Nos atendieron sin reserva, muy buen servicio. Los camareros muy atentos , muy buen trabajo.
Nada especialmente bueno. La ensalada la trajeron lo último en vez de al principio, y muy cara para ser casi todo tomate. Los huevos revueltos los trajeron con jamón y los habíamos pedido de gulas, los cambiaron pero llevaba trozos de jamón en la parte de abajo. Imagino que del mismo plato quitaron el jamón y pusieron las gulas.
Al acabar la carrera de Ponle Freno buscamos por la zona y me sonaba que en esa plaza hace años había bastantes garitos; sobre las 11:30 sólo encontramos un starbuck y este abiertos; entramos tres adultos y dos niñas, y como todavía no estaba la cocina abierta nos pedimos cinco copas mahou, dos riberas, dos aguas, cuatro pinchitos de tortilla cocinados de, a saber, uno de ellos con sabor avinagrado como le dijimos a la camarera que nos atendió la cual parecía en trance místico con algún brote de ira cuando se le caía algo y un mollete con una lámina de jamón y nos clavaron 50 eurazos, así por la cara, en una mesa alta y sin consumir nada de cocina porque estaba cerrada. Me parece que hacen un flaco favor a la imagen de la hostelería, a los clientes y sobre todos a ellos mismos que antes o después tendrán que salir por patas a buscarse otra tarea que conozcan un poco mejor.
Muy mala educación con el cliente. Hemos estado esperando a una mesa y al decir el número de personas que éramos nos hemos confundido. El camarero nos ha dicho textualmente: ¿No sabéis contar? Cara de desprecio incluida Y se ha quedado tan a gusto el buen hombre. No merece la pena una cerveza si te van a faltar al respeto.
MUY TURÍSTICO Mala calidad de los alimentos para lo que cobran. Servicio pésimo. Me deje engañar El arroz prefabricado! pobres turistas que se pensaran que han probado el típico y fantástico arroz de España. Los restaurantes turísticos no deberían estar regañados con la buena calidad y el buen servicio, pero, aquí no es así. Se aprovechan. El centro de Madrid ya no es para los madrileños.
Tomamos una cerveza, y vino, la atención correcta, nos dieron unas papas picadas en trozos pequeños, mejor no dar nada, nos dijeron que no se podía fumar, pero alguna mesas tenían ceniceros. Pocas espectativaComida: 2/5
Un restaurante que me hace sentir como en casa. Muy buena comida y cantidad grande Personal simpatico y familiar Parada obligatoria en Madrid