Big Kokka

Restaurante atractivo cuyo precio medio-alto justifica cada uno de los euros invertidos. El menú es espectacular y sus platos riquísimas. Especial mención a sus postres. Muy recomendado.

¡Habemus novedad gastro en el Born! Novedad que entusiasmará a los amantes de la cocina nikkei y que ha abierto sus puertas hace apenas un mes bajo el nombre de Big Kokka. Big Kokka viene avalado por el éxito de su hermano mayor Kokka en el Barri Gòtic y por la calidad de Grupo San Telmo y Derby Hotels Collection, y con Juan Otivo y Kyoko Li como cabezas visibles de su cocina. El local se encuentra justo detrás del Born Centre Cultural, en Passatge Mercantil, 1, en el espacio con grandes ventanales que ocupaba anteriormente el Big Fish. Big Kokka ha renovado el espacio, si bien sigue manteniendo una fisonomía similar a la que tenía el Big Fish. El local ha conservado sus grandes ventanales, que dejan entrar la luz a lo largo del día, y ha apostado también por un estilo elegante, con butacas de terciopelo, mesas de madera escura, falsa chimenea en el fondo del restaurante... Pero llenándolo ahora de toques exóticos, aproximándonos así al Perú en el que se inspira la cocina del local. Lo que más llama la atención del espacio es, sin duda alguna, el papel diseñado por Batabasta Clara Arnús y Leti Cano en el que se entremezclan coloridos dragones de un tono verde selvático sobre un fondo azul. La carta del nuevo restaurante cuenta con los imprescindibles de su hermano Kokka: dúo de ostras nikkei, berenjena asada con sumiso de ají amarillo hilos de boniato, ceviches desde el clásico de corvina hasta un novedoso ceviche de atún más dulzón, tiraditos, futomakis, uramakis o nigiris. Tampoco falta la gamba roja. Y más allá del Kokka, el Big Kokka apuesta, como novedad, por los platos calientes. Entre ellos os recomiendo ferventemente su arroz verde con caldo de marisco y soft shell crab, sorprendentemente delicioso por el contraste del marisco, el crujiente del cangrejo y el toque fresco del tomate fresco, del cilantro y la cebolla. Tampoco os perdáis su pez mantequilla marinado en miso con encurtidos y, en materia de carne, el taco de costilla de cerdo ibérico braseado a baja temperatura con crujiente de Non y teriyaki. Por lo que respecta a postres, no os perdáis el tiramisú de té verde matcha y coca con bizcocho de café pisco. En Big Kokka también es imprescindible disfrutar de un buen pisco sour, ya que cuentan con hasta cuatro variedades, y del sake, aunando así Perú y Japón. En cuanto a los vinos, toda su carta está compuesta por vinos ecológicos, biodinámicos y de agricultura integrada. ¿Se puede pedir más?

Puntos 9/10. Relación calidad/precio muy buena. Presupuesto €€. Ingredientes muy buenos. Opción sin gluten, adaptan los platos sin problema. Atención excelente, super amables!. Limpieza muy buena. Muy Tranquilo, ambiente relajado. Fusión Peruano/Japo. Uramaki de pollo para los que no quieren pescado en el sushi. La tabla de Nigiris buenisima. Precio/persona 25€. Situado donde antes estaba el Big Fish.

Cocina japonesa - peruana. Gran calidad de la comida que ofrecen. Los platos son completos y recomiendo compartir los platos. Cerca del borne y zona de ocio nocturno.

Restaurante de cocina Nikkei super recomendable! La comida está deli, cocina a vista, ambiente muy íntimo y decoración muy cuidada con toques exóticos muy originales

cocina deliciosa! perfecta cocina de fusion peruano-japonesa.Recomiendo los pisco sour.

Decoración muy bonita y personal muy atento. La combinación de las distintas cocinas esta muy lograda. La calidad del producto y su presentación estaban a la altura del precio.

Una experiencia ideal para celebrar un aniversario. La comida y vino deliciosos. El trato impecable. La puesta en escena maravillosa. Lo único el precio, les recomendaría un menú con un precio fijo.

Conozco muy bien las yucas fritas y estás estaban re pasadas! Frías y uña mayonesa que no tenía nada que ver con la cancha peruana.... Llegue con muchas ganas de ver lo que ofrecen.... 0

El local es muy bonito y cómodo, para ir a tomar una copa muy bien por el sitio y el pisco estaba muy bueno. Con respecto a la comida muy poca variedad, cantidades mínimas y precios altos a mi parecer, que aceptaría si fueran platos Nikkei con alguna novedad... pero no dejan de ser los platos típicos que en otros peruanos están bastante mejor elaborados, mismo precio y raciones bastante más grandes. El servicio es muy rancio.