Reseñas
Desde que entramos a este café, nos vimos envueltos en su ambiente tan hogareño.Las luces y la música lo hacen un lugar ideal para compartir con amigos. Nos atendieron de manera muy rápida y el mesero fue muy amable. Las bebidas estaban dentro de todo bien, pero nada fuera de lo común. Además, pedimos una tarta de queso que, para su precio era una porción grande y muy rica. Algo que ciertamente se puede destacar es que el lugar es un tanto estrecho.
La cafetería tiene mucho encanto, es ideal para ir con alguien y disfrutar de un café que se salga de lo típico. Tiene varias mesas muy diversas en temática para que encuentres la que te apetezca más. La única pega son las tartas, son de fábrica y muy corrientes, me esperaba más.
Me encantó el lugar y es pet friendly! Está ambientado y decorado muy acogedor. Para disfrutar de cada espacio. Éramos dos, fuimos en el piso de abajo y fue aún más íntimo y mágico. Tiene variedad de cafés e infusiones pero para comer algo dulce solo 4 variedad de tartas.
Vinimos a merendar a esta excelente cafetería muy buen decorada con un café exquisito. Merendamos un par de tartas de Chocolate con un capuchino y un café con leche. Camareros muy atentos y muy simpáticos dando un excelente servicio con mucha profesionalidad.
La verdad que fuimos a desayunar de casualidad. Es un sitio muy acogedor, con una decoración hogareña, y diferente a cualquier cafetería estándar. Desayunamos Tosta de bacalao y guacamole y croissant de jamón York y queso. Precios razonables, local acogedor y café rico. Todo un acierto en el centro de Madrid.
Especial para tomarte desde un desayuno, un brunch, algo de picar o simplemente un café. Local muy agradable con una decoración especial y un servicio muy atento y rápido. No es especialmente caro la calidad precio muy razonable
Camareros muy simpáticos, te indican donde sentarte y te traen con amabilidad la carta, o les dices que quieres y te lo traen. Muy buena música relajante, buen ambiente, sillones y mesas cómodas. Y las plantitas le dan un toque mas acogedor. Sin duda probaré toda la carta poco a poco jajaj
Es un lugar pequeño, pero sumamente acogedor y me encanta la decoración! Fui con un amigo a tomar un café y conversar un poquito y la experiencia fue agradable. Los asientos son sumamente cómodos y te sientes como si estuvieras en casa, con algunas visitas jajaja! Me comí un quiche que estaba muy rico y un trocito de pastel para acompañar el café y no tengo quejas; solo que no me quería ir :.
Un lugar al que llegamos por casualidad pero en el que nos trataron muy bien. La cena consistió en una ensalada con ventresca de atún y un surtido de quesos para dos personas. Raciones generosas y muy bien presentadas. La relación calidad y precio muy buena. Muy recomendable!
El sitio es precioso, súper céntrico, tiene buena música y las tartas están muy buenas. Pero, las mesas apenas guardan espacio de separación y se hace un poco incómodo. Además, he ido ya numerosas veces con mis compañeros de trabajo y siempre hay 2 o 3 mesas reservadas de las pocas que ya hay, así que a veces ni nos podemos quedar. El personal podría mejorar su simpatía.